Jesús Sánchez emigró a Madrid desde Chiapas con su esposa, un hijo que venía de camino y una maleta de sueños que empezó a materializar con sus títeres hasta que una pandemia los interrumpió de forma indefinida.

MADRID, España.- Desde la ventana de su casa en Madrid, Jesús Sánchez ha hecho improvisaciones de títeres, de teatro infantil y de música para entretener a sus vecinos.

Como muchos mexicanos en España, cruzó el Atlántico por amor. Reconvertido a compositor, ‘cantor’ y titiritero, este ingeniero en sistemas de 48 años conoció a su esposa en Chiapas. Bióloga, viajó a la selva chiapaneca para un proyecto de educación ambiental. Emprendieron el viaje a Madrid, donde se asentaron hace seis meses y tuvieron a su hijo.

Se vive bien en España. Se valora más el trabajo, se puede vivir con más dignidad y hay más orden”, dice este artista que ha decidido dirigir su pasión por el teatro y la música a públicos infantiles.

Sánchez llegó a España en octubre para un festival de títeres. Estaba inmerso en su proceso de adaptación cuando llegó a España el coronavirus, lo que supuso la cancelación de todas sus actividades.

Procura aprovechar el tiempo de confinamiento para retocar la producción de ‘La Matatena’ su grupo experimental de teatro que se llama como un juego popular de México. Él mismo compone la música de sus obras.

En su canal de Youtube tiene videos de títeres que cantan y que cuentan historias.

Escribo obras de teatro y cuentos con enseñanzas sobre medioambiente y derechos de los niños.

Ha forjado su perfil artístico por medio de diplomados y también como autodidacta ha forjado su perfil artístico.

La música mexicana gusta mucho a los españoles y, como no canto mal las rancheras, decidí hacer un espectáculo de boleros y huapangos para adultos que también disfrutan de mi repertorio, aunque en un plano distinto al de los niños que presencian mis obras de títeres.

Aún fresco el recuerdo se ve así, como cuando tenía seis años, pasmado con unos títeres que le roban la voz, el cuerpo y los movimientos a un titiritero que nunca envejece porque lleva dentro a un niño eterno.