La epifanía que unió arte y publicidad en México, y ahora en España

Arte y publicidad se dan la mano con Mercarte, la agencia de la mexicana Cecilia Bernal que aterriza en España gracias a su alianza con Alabra y al ‘mentoring’ de la Casa de México en España. La entrevista tiene lugar en La Diavla, a pocos metros del Parque del Retiro, uno de los espacios más emblemáticos de Madrid.

Entrevista de Carlos Alberto Miguélez Monroy

MADRID, España.- Una imagen llena de colorido creada por la artista mexicana Ely Ely y con el logo de Heineken vistió la fachada del museo Soumaya para la conmemoración del 60º aniversario de la llegada del Gran Premio de Fórmula 1 a México. Arte y publicidad se dieron la mano para llenar de arte distintos puntos que trascendieron las inmediaciones del autódromo de los Hermanos Rodríguez en la Ciudad de México para el evento automovilístico más esperado del mundo. Eso hace Mercarte.

Esta agencia diseña campañas de publicidad por medio del arte, que multiplica el valor de marcas como Danone, Heineken, Hershey’s, Burger King y muchas otras, mientras contribuye a la difusión y la puesta en valor del arte y de artistas como Ely Ely.

La mexicana Cecilia Bernal, creadora de Mercarte, acaba de pasar unas semanas en Madrid para cerrar la alianza de su agencia con una española. Julián Zabala, al frente de la agencia Alabra, la invitó a formar la alianza en tierras ibéricas. La entrevista se desarrolla en La Diavla, un restaurante mexicano con buena dosis de arte y colorido a cien metros del Parque del Retiro, uno de los espacios más emblemáticos de Madrid.

Bernal afirma haber vivido la vida de una publicista exitosa en México, egresada del Tecnológico de Monterrey y con una carrera consolidada hasta que, hace unos ocho años, todo cambió con una pregunta.

“Para mí fue una epifanía de vida preguntarme: ¿qué sentido tiene volver a ir mañana a trabajar? A varios publicistas nos ha pasado que nos cansa este medio tan agotador. A los 35 años me pregunté: ¿qué estoy haciendo? Me gusta la publicidad, disfruto lo que hago, pero carece de propósito vender por vender”.

Afirma la publicista que decidió poner lo que sabía hacer al servicio de lo que le apasionaba: la publicidad al servicio del arte. Aunó las dos fuerzas que desde niña confluían en ella. Lo mismo hojeaba las enciclopedias para adentrarse en la vida de artistas que jugaba a la reportera de televisión o pedía a sus familiares que no cambiaran de canal cuando aparecían los anuncios de la televisión. Mercado y arte embonaron a la perfección: Mercarte.

“El arte siempre estuvo presente. El plan de fin de semana siempre ha sido ir a un museo o una galería, aunque también la música siempre estuvo muy presente. Estudié mucho arte durante mis años de publicista sin pensar que sumarían a mi currículum”, cuenta Bernal, que había “hincado rodilla” como artista para lanzarse de lleno al mundo de la publicidad en la universidad.

“A los 20 años me di cuenta de que todos tenemos talento, pero el mío no era la creación artística, sino más bien la sensibilidad para apreciar y disfrutar del arte”, dice la publicista y apreciadora del arte desde su sensibilidad estética.

Haber empezado sola en su negocio la obligó a ejercer como gestora cultural y de publicista a la vez, mientras hacía el marketing de su nueva idea, preparaba facturas y hacía las cuentas, visitaba potenciales clientes. En ocho años no sólo ha conseguido consolidar un equipo de once personas, sino también sobrevivir a la pandemia y, ahora, tener listo su desembarco en España, en el que también tuvo que ver su hermana mayor, que vive en Cataluña desde hace muchos años.

Caminaban juntas por las calles de Barcelona y, al pasar junto a uno de los edificios con una conocida marca cuando su hermana le sugirió que el concepto de combinar arte con publicidad estaba poco explorado en España.

A pesar de no tener ancestros españoles directos, Bernal afirma sentirse como en casa en España, sobre todo en Madrid, cuya gente considera cálida y cercana. Valora la luz de la ciudad, sus cielos despejados y de distintas tonalidades, la libertad que se respira al caminar en las calles, “sobre todo como mujer”.

Contribuye la presencia de su amiga Mada con la que se queda y con la que coincidió en uno de sus trabajos de publicidad y marketing anterior a su epifanía. También ha influido el mentoring y apoyo de la Casa de México en España. Por ahora vuelve a México, pero anuncia su regreso a Madrid en la primavera de 2023 con una sorpresa.