Los pueblos originarios de México transmiten de forma oral un conocimiento esencial para la preservación de la biodiversidad y del medioambiente.

Artículo de Aline Lara Galicia *

SEVILLA, España.- Muchas veces nos preguntamos cuál es la importancia de un país y qué lo distingue de otros. México es un país diverso, valorado en todo el mundo por su gastronomía y por su patrimonio cultural. Sin embargo, poco se conoce su tesoro de conocimiento de prácticas ancestrales, esenciales para la memoria y preservación de la humanidad. Naciones Unidas (ONU) y la agenda mundial 2030 tiene entre sus objetivos los saberes de los pueblos originarios.

Junto con otro investigador mexicano, David Lagunas, desde 2019 me di a la tarea de aprender y difundir, junto con las mujeres de pueblos originarios de Oaxaca, sus enseñanzas sobre la biodiversidad y sus lenguas maternas, aportando gran parte del saber de la preservación de plantas comestibles y las practicas agrícolas para el futuro del mundo.

Más del 23% de habitantes mexicanos provienen de pueblos originarios, que tienen un total de 360 lenguas maternas. Dichos pueblos cuentan con una tradición oral y un conocimiento de plantas endémicas que son transmitidas a través de la lengua y de generación en generación.

Desde la colectividad, estos pueblos se mantienen muy activos en la defensa de derechos en cuanto al manejo de las tierras y la producción agrícola a pequeña escala, la salud, la educación, la cultura y las formas de vida. Así lo sostiene el Informe de la Agencia y Grupo de Expertos en Indicadores de los Objetivos de Desarrollo.

En gran medida, este conocimiento se transmite y se mantiene gracias a las mujeres, que buscan nuevas formas de trasmisión y de difusión tanto al interior como al exterior de sus comunidades desde la poesía, la fotografía, aplicaciones virtuales, bibliotecas y el cine documental desde su lengua materna.

Petronila Pérez Velasco

Con Petronila Pérez Velasco -Nila como la conocen en su lengua Tnu’u savi (Mixteco)-,  aprendimos que la cultura alimenticia es infinita en la difusión del conocimiento de los vegetales y su diverso patrimonio natural. Con el documental Ñu’u (Tierra), esta maestra de primaria y activista de la defensa de su lengua materna y prácticas agrícolas sustentables nos enseña que todo esta conectado la tierra, las plantas, los animales. Su labor es promover una visión de lo que es amar la naturaleza, la vida en el campo, el maíz, los quelites y su identidad como mujer indígena, pero además con un plus y es que ser profesora de primaria, es un gran privilegio.

Su objetivo parece muy sencillo, pero es muy difícil de conseguir: que sus alumnos aprendan la lengua materna y aprendan a consumir lo que hay en las localidades aledañas a Sola de Vega, Oaxaca, su lugar de origen. Si bien estas poblaciones conservan gran parte de su alimentación básica (frijol, chile, maíz, jitomate, entre otros), están dejando de consumirse por la desaparición de u lengua materna, base de esta transmisión oral. A ello se suma el consumo global, la desinformación nutricional y por un consumo comparativo de quien compra el producto en una tienda o quien lo siembra, por ser “indígena” o por no tener apoyos a programas realizados desde sus comunidades. A pesar de ello, Nila no deja de insistir y hoy se dedica a escribir cuentos como una nueva forma de transmisión del conocimiento que ella heredó de sus padres.

Con Nereyda Pérez Vásquez -Nere Mutsk Kiixy su nombre en Ayuujk, otra lengua materna (Mixe)- me di cuenta de que muchos conocimientos alimenticios no son independientes de su cosmovisión, de sembrar en determinadas fechas, de dar gracias por la buena cosecha y el trabajo en equipo a través de una practica ancestral llamada tequio. Nere es fotógrafa originaria de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, y ayuda a la salvaguarda de su cosmovisión a través de la imagen, de la poesía y de la documentación de los procesos alimenticios de su comunidad. “Siempre comemos muy saludable porque aquí se da la papa, el maíz, chilacayota, quelites. Todo lo que sembremos es con respeto a nuestros creadores y a nuestra naturaleza”, dice.

Nereyda Pérez Vásquez

Más allá de lo apasionante de estas experiencias, probablemente se pregunten cómo nos afectan o benefician las aportaciones de estas mujeres en nuestras ciudades.

Los pueblos originarios son fundamentales para la difusión de alimentación del mundo. Transformar nuestro mundo es el lema de la ONU que pone a los pueblos originarios dentro de sus objetivos esenciales, con la salvaguarda a promover y llevar a cabo actividades en favor de la conservación y el mantenimiento de los recursos vegetales mundiales.

Cuando aceptamos que hay un cambio climático, ¿qué estamos haciendo por frenarlo? Quizá la respuesta esté en estas comunidades. Debemos alentar a la adopción de medidas dirigidas por estos pueblos para promover y llevar a cabo actividades en favor de la conservación y el mantenimiento de los recursos vegetales mundiales. “La difusión del valor intrínseco de la flora y la fauna silvestres y sus diversas contribuciones son únicas”.

No podremos nunca alcanzar el nivel de conocimiento que tienen estas comunidades, pero sí podemos aprender de ellos.

Te invitamos a descargar de forma gratuita los libros Miiny Mä’ätsy: Alimentación de los pueblos originarios y La panela: Alimentación de los pueblos originarios. También puedes ver el documental Ñu’u (Tierra).


Aline Lara Galicia

* Doctora en Arqueología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (México) y doctora en Historia y civilizaciones antiguas por la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) por Francia, Aline Lara Galicia es mexicana y actualmente reside en Sevilla. Hace unos años se incorporó a la Universidad de Sevilla como investigadora en el Instituto Universitario de Estudios sobre América latina, con proyectos en torno a la antropología, la historia y la arqueología de Latinoamérica enfocados en dos vertientes: los pueblos originarios de México con el proyecto “ Otras voces, otros mundos”; y la prehistoria y arte rupestre de México donde dirige el seminario permanente “Manifestaciones rupestres en América Latina”.