Con más de 120 millones de personas, México vive una de las emergencias sanitarias más graves en la historia reciente. Los supuestos 26 casos de COVID-19 detectados hasta el sábado 14 de marzo de 2020 invitan a sospechar de una ineficiencia e ineficacia del gobierno federal mexicano, en especial en el sector salud, a la hora de evitar preocuparse en detectar casos, aislarlos y tratarlos.

Opinión de GC, ciudadana mexicana.

CIUDAD DE MÉXICO.- El brote de coronavirus, que comenzó justo hace un mes en la República Popular China, se ha propagado a una velocidad alarmante en todo el continente europeo, ahora nuevo epicentro de la pandemia. Una enfermedad nueva y tan mortal como ésta no puede ser tomada a la “ligera”. En Europa, particularmente en España e Italia, se han suspendido actividades sociales como lo son conciertos, partidos, obras de teatro, entregas de premio, etc.

España ha decretado estado de alerta, Italia se encuentra en estado de alarma sanitaria, Estados Unidos en estado de emergencia.

Resulta negligente e irresponsable que el Subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, recete medicina para el “dolor” sin saber si una persona pueda ser alérgica a eso o sin conocer los síntomas o particularidades de cada persona.

Quedarnos en casa y aislarnos sin tomar medidas como lo ha dicho él o el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, también nos pone en grave riesgo. Pero sólo parece importarles atacar a la oposición y a lo que llama el “conservadurismo”, y contaminar a los demás órganos de gobierno ejecutivo, legislativo y judicial a nivel local, estatal y federal. Estamos decepcionados por esto y por su falta de acción ante otros graves problemas como los feminicidios.

En sus manos estaría recomendar a la ciudadanía acudir a su medico especialista de confianza para buscar diagnóstico y tratamiento.

Coronavirus - México

Preocupa la falta de datos reales sobre los contagios en el país, de medidas sanitarias que desde el mes de febrero no se toman, como ocurre en los aeropuertos nacionales e internacionales. López Obrador y  su Gabinete de Gobierno son y serán responsables de las muertes de mexicanos provocadas por esto. No hay más.

Se debió tomar la temperatura a todas las personas provenientes de Europa y Asia desde que llegó el grupo de jóvenes mexicanos provenientes de Wuhan, China, el primero de febrero. Pero no se hizo ni se ha hecho. Y ahora escasean en hospitales tanto públicos como privados las poquísimas pruebas para detectar el COVID-19, tanto en los estados de la república como en la capital del país. Esto es prueba irrefutable que México no está preparado para una emergencia sanitaria de este tipo. México no está “transformado”, México sigue igual o incluso peor.

También preocupa que la Secretaría de Educación Pública (SEP) haya comunicado que se adelantaban las vacaciones, cuando se trata de una cancelación de actividades académicas, para resguardarnos y protegernos en casa.

México no aprende la lección. A principios de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que México debería tomar medidas para contener al coronavirus y no sólo mitigar sus efectos.

México no está preparado para actuar ante este virus, no han restringido las aglomeraciones, no hay pruebas suficientes para poder detectar este virus, no sirve el teléfono 80044800 que difunde el gobierno para que supuestamente acudan a tu casa a hacerte la prueba y ni siquiera en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias tiene pruebas suficientes para los más de 120 millones de mexicanos en riesgo.

Si no hay pruebas suficientes sólo en la Ciudad de México para detectar el coronavirus en el hospital nacional especializado para tratar esos problemas, el Gobierno de México no puede controlar el problema ni saber y mucho menos informarnos a ciencia cierta las cifras oficiales ni cuantas personas lo tienen o cuántas personas han fallecido a causa de ello. Además, si estas personas no se quedan en cuarentena al cuidado de especialistas, la emergencia sanitaria en México será fatal, no sólo en los próximos días, sino probablemente en los próximos meses, acarreando consecuencias económicas gigantescas por no decretar las medidas adecuadas y un estado de emergencia a tiempo. El día de mañana puede que nos arrepintamos.

Como mexicanos tenemos que ser conscientes de que la transmisión del virus no es un juego. La OMS ya lo dijo, es una pandemia mundial y la situación en la que nos encontramos todos es grave. Sigue las recomendaciones sanitarias internacionales y cuida de ti y de tu familia.