Mientras la oposición apoya al gobierno para atajar la pandemia en otros países europeos, la oposición en España lucha contra el Gobierno por medio de bulos, desinformación y mentiras, según el autor de este artículo de opinión.

Opinión de Xavier Caño Tamayo.

Pablo Casado, líder del Partido Popular (PP), prometió en sesión parlamentaria lealtad al Gobierno de la Nación para afrontar la pandemia del coronavirus, aunque al poco tiempo acusó al presidente de haber actuado “tarde y mal”. Su partido y su aliado Vox se han dedicado a propagar mentiras, bulos, calumnias y argucias en plena pandemia.

El PP acusó al gobierno de España de negligencia y otros despropósitos sin aportar prueba ni hecho alguno y a pesar de los elogios hacia el gobierno desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aplaudo al gobierno español. Es un ejemplo del enfoque para cualquier gobierno para detener el avance del COVID 19, dijo Tedros Adhanom, presidente de la OMS.

España es el segundo país del mundo con más casos de afectados por el coronavirus, sólo superado por Estados Unidos. Por eso cobra mayor importancia el reconocimiento de la OMS, que envió a su subdirector general a España. Bruce Aylward visitó centros sanitarios de Madrid, Barcelona, Toledo y hospitales de campaña organizados en poco tiempo. Calificó de Heroica e inspiradora la respuesta de los trabajadores sanitarios y la unidad de la sociedad española y del Gobierno para detener la pandemia.

Abundando en su deslealtad en plena crisis sanitaria, PP y Vox han acusado al Ministerio de Sanidad de no dar las cifras verdaderas de víctimas de la pandemia. ¿Ignoran acaso que los datos de la pandemia provienen de las Comunidades Autónomas? Murcia y Madrid, gobernadas por el PP, no han facilitado a tiempo esos datos.

El PP además no ha tenido el menor empacho en difundir bulos y mentiras por lnternet, como la

noticia falsa según la cual el empresario catalán Francesc Maristany, propietario de una multinacional según el bulo, habría ofrecido a los gobiernos central y catalán un millón de tests PCR a la semana sin haber obtenido respuesta.

Tal noticia y oferta eran falsas, según el diario El País. Además, la supuesta multinacional no tiene 116 sedes por el mundo, sino una modesta oficina con siete personas en Masnou, población catalana de algo más de 20.000 habitantes junto al Mediterráneo. Resulta que esa modesta empresa representa en Europa al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) como pretendía Teodoro García Egea, secretario general del PP, que contribuyó ala expansión del bulo.

Desinformar y difundir bulos

La propia Unión Europea alerta de que Vox propaga bulos y desinforma en twitter y otras redes sociales, según confirmaba el comisario de la Unión de la Seguridad, Julian King: “Descubrimos una red coordinada en Twitter, mezcla de bots y cuentas falsas, para impulsar y ampliar el apoyo al partido ultraderechista Vox”.

También se ha denunciado que, en plena pandemia con miedo general por el coronavirus, la derecha española intentó erosionar al Gobierno de la nación con noticias falsas como el que apareció en la cuenta de Vox en Twitter, con una fotografía de un aparcamiento lleno de ataúdes con este pie de foto: “Las imágenes que el Gobierno quiere ocultar”. Por supuesto todo era falso, pues la foto fue tomada en Lampedusa en 2013.

De la tramposa actuación de Vox ya nada sorprende y tampoco el silencio cómplice del PP. A finales de enero pasado, la cuenta oficial de Vox fue bloqueada por Twitter por incitación al odio. Fue cuando Vox publicó que no toleraban que el PSOE “financiara la pederastia (…) con dinero público”. El partido ultraderechista no tuvo más remedio que borrar el mensqje si quería continuar en Twitter.

Al estallar la pandemia en Portugal, en el polo contrario de tanta indignidad, Rui Rio, líder del PSD, principal partido de oposición, se dirigió así al primer ministro de izquierdas, Antonio Costa: “Señor primer ministro, le deseo coraje, nervios de acero y mucha suerte. Porque su suerte es nuestra suerte”. Una joven portuguesa, ante esa intervención del líder de la oposición comento que “en sus 21 años jamás había estado tan orgullosa de su país como lo esta ahora. Salimos de la crisis y Portugal no ha dejado de dar ejemplo”.

No es el caso de España. Mientras la oposición apoya al gobierno para atajar la pandemia en otros países europeos, la oposición en España lucha contra el Gobierno. Porque en realidad y a fuer de ser sinceros, a esa derecha le importan un rábano los 47 millones de españoles y españolas.