Las personalidades que presidieron el acto oficial de inauguración destacaron el papel de la Casa de México en España (C/ Alberto Aguilera, 20) como “plataforma de amistad y de entendimiento entre culturas” y como “puente de fraternidad”. Centenares de personas abarrotaron el palacete en el barrio de Chamberí, en Madrid, para ver materializado este proyecto.

MADRID, España.- Se trata de una plataforma de amistad y entendimiento entre dos culturas”, dijo Ximena Caraza-Campos, directora de la Casa de México en España, después de agradecer al resto de autoridades que acudieron al acto.

Ante una sala abarrotada de personalidades del mundo de la empresa, de la cultura, de la educación, representantes de la política, periodistas y profesionales de la comunicación, dedicaron palabras de agradecimiento y bienvenida los representantes de exteriores de México y España, Luis Videgaray y Josep Borrell, respectivamente, junto con Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, Valentín Díez Morodo, presidente de la Fundación Casa de México en España, Roberta Lajous Vargas, Embajadora de México en España y Caraza, directora del espacio.

El restaurante Puntarena, el aula gastronómica, el cine, la librería, y las salas para diversas actividades confieren a este nuevo espacio un perfil social, innovador y cultural, como destacó Caraza, que además destacó su función de posicionar en España a la comunidad mexicana.

Llegó el turno para la embajadora de México en España. Al hablar de cómo se gestó el proyecto de la Casa de México, agradeció a la alcaldesa de Madrid por su apoyo a la iniciativa.

“En 2004 abrió sus puertas la Casa de España en México y desde entonces fue un sueño de todos mis antecesores lograr la reciprocidad en esta ciudad capital. Cuando fui designada embajadora en España tuve temor de asumir este reto en mi programa de trabajo. Pero decidí morir en el intento”, dijo Lajous Vargas, que había conocido el centro cultural asociado a la librería del Fondo de Cultura Económica en Bogotá y que desde entonces tuvo como modelo; de ahí que buscara pensara en José Carreño Carlón como primer aliado del proyecto.

La embajadora consiguió una cita con Manuela Carmena tras ser elegida alcaldesa en 2015.

“Llevaba una batería de argumentos que se quedaron en mi carpeta porque apenas mencioné una segunda librería del Fondo de Cultura Económica en Madrid, se entusiasmó. No se me olvida su frase: casi todos los libros que leí durante la dictadura fueron editados por el Fondo de Cultura Económica. La decisión ya estaba tomada”, dijo Lajous Vargas, que reconoció la temeridad del anuncio público del proyecto en 2015, en medio de una crisis económica que impedía plantearse la búsqueda de apoyos públicos por los recortes.

“Fue fundamental la labor de Ximena Caraza en la búsqueda de fondos privados”, dijo. Reconoció también la labor de Díez Morodo al frente de la Fundación Casa de México en España y de Luis Videgaray, actual Secretario de Relaciones Exteriores. Asimismo, agradeció al homólogo de Exteriores en España, Josep Borrell, por el régimen de privilegios e inmunidades concedidos al edificio, como parte integrante de la Embajada de México.

La presencia de Otto Granados, director de la Secretaría de Educación Pública, junto con la de seis rectores de universidades, tres de México y tres de España, dan una idea de la excelencia académica y cultural que la Casa de México busca, en palabras de la embajadora.

En su turno de palabra, Díez Morodo se refirió a los 41 años que se van a cumplir desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países para recordar la fortaleza de su vínculo.

“Habrá un mayor conocimiento mutuo entre ambos países, será un puente de fraternidad y de intercambio de experiencias en el mundo de la cultura, de la educación, del deporte, de la gastronomía y de los negocios”, dijo el empresario mexicano.

La alcaldesa de Madrid aprovechó el barullo provocado por las decenas de personas que se quedaron fuera de la sala para decir que la Casa de México había nacido con esa vocación de murmullo, de dar voz a distintas personas y grupos. Ensalzó la figura de los ayuntamientos como columnas vertebrales de las ciudades. Recuerda que, cuando le plantearon la idea, se preguntó: ¿Por qué no? Asegura que pensó en el papel de las ciudades como socios y compañeros de los ciudadanos.

“¿Cómo Madrid va a decir que no a abrirse a América, a México?”, preguntaba Carmena, que volvió a agradecer a México por su papel de transmisión de cultura y saberes a España en los años más duros de la dictadura.

“La democracia es la esencia de la libertad”, concluyó antes de que tomara la palabra el Ministro de Asuntos Exteriores de España.

Borrell retomó los lazos históricos de los dos países y aprovechó la ocasión para recordar que se celebra en Guatemala la XXVI Cumbre Iberoamericanael próximo mes de noviembre, una oportunidad para constatar esa hermandad entre los pueblos latinoamericanos.

Cerró la inauguración su homólogo mexicano, Luis Videgaray, que pidió al público que se imaginara cuánta gente podía conocer México por este nuevo espacio, cuántos podían enamorarse.

“Hoy es un día muy especial para México”, dijo Videgaray en referencia al cierre de un nuevo acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, tras meses de duras negociaciones.

“Un millón de personas cruzan a diario la frontera entre México y Estados Unidos. En lo económico y comercial somos norteamericanos. Pero en el corazón somos sobre todo iberoamericanos”, concluyó. Con estas palabras, cobraba pleno sentido al proyecto que acababa de inaugurar.


Fotos de Juan Carlos Rojas