Sergio Palacios Trejo vino a la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en Madrid para recoger el Premio Excelencias Turísticas 2017 concedido a la Central de Abasto (CEDA), el mercado más grande del mundo, con 500.000 visitantes al día. Para hacernos una idea de ese volumen, la cifra equivale a cuatro Estadios Azteca llenos o casi la población total de Sevilla, en España. Los 365 días del año. No había estado en Madrid, ni en España ni en Europa, pero aprovechó a lo grande su primera vez. Califica a Madrid como una “ciudad maravillosa de la que tenemos mucho que aprender. Tenemos que tener un intercambio más cercano, que las buenas experiencias de aquí se apliquen en México, y que las buenas de allá se apliquen aquí”.

Fotografía: CEDA. Sergio Palacios Trejo, en el centro, con el premio concedido por Fitur en Madrid.

El mérito para que el Fideicomiso de la Central de Abasto (FICEDA) obtuviera el premio radicó en la transformación de semejante “monstruo” de 327 hectáreas en un espacio cultural y deportivo público, abierto para cualquier persona. Y en un nuevo polo turístico no solo de la ciudad, sino de toda Latinoamérica.

Palacios Trejo, de 46 años, aceptó en marzo de 2017 dejar su puesto al frente del Centro de Reinserción Social, que trabaja por la recuperación de las personas que salen de prisión, a cambio de que, como nuevo coordinador de la CEDA, pudiera darle al mercado un nuevo rostro social.

“Tenía que atender la parte comercial, sino que además ofreciera nuevas posibilidades culturales y deportivas para sus 90.000 trabajadores y su medio millón de visitantes diarios”, nos cuenta Palacios Trejo. Mantuvo de esta forma un puesto político con un elevado perfil social.

Uno de los murales en la Central de Abasto. Foto: CEDA

“Hemos hechos cosas interesantes, con actividades culturales y deportivas. Si tú vas a las ciudades principales del mundo, la gente visita los mercados. La Central de Abasto tenía fama de insegura y de que nadie sabía dónde estaba. Teníamos que ponerla en el mapa. No es insegura y está tan sólo a quince minutos del aeropuerto. Una de lo que nos trajo a España y nos dio el premio fueron 32 murales que se pintaron en las bardas de las bodegas de la Central de Abastos para que la gente que no venía por un interés comercial lo hiciera por uno artístico o cultural”, nos cuenta Palacios Trejo.

En materia deportiva, el mercado contrató a entrenadores profesionales que, en un espacio abierto, empezaron sesiones de entrenamiento funcional, que consiste en ejercicios de fuerza sin pesas. Las primeras veinte personas en participar perdieron un total de 100 kilos, un promedio de 5 por persona. Y las veinte acabaron su primera carrera de 10 kilómetros sin haber corrido antes de esta primera toma de contacto con el deporte.

Delegado electo por la gente de Azcapotzalco

Antes de ser delegado, ya había ocupado cargos públicos de trascendencia, entre ellos la principal figura política, elegida por el pueblo, de la delegación de Azcapotzalco, en la misma ciudad.

“Darle satisfacción a la gente en una comunidad es complicado. Cuando ayudas a alguien puedes perjudicar a otras personas”, reconoce el coordinador de la CEDA. Al frente de Azcapotzalco tenía como misión desarrollar proyectos de desarrollo social y de infraestructura urbana distintos.

“Lejos de hacer una obra nueva, sino renovar lo que ya existía para la gente”, dice sobre los centros deportivos y otros espacios públicos que consideró capitales para mejorar el bienestar de la población a la que representaba como delegado.

“En la parte social pusimos en marcha programas para combatir la obesidad infantil. En lugar de mandarles una golosina, las familias les daban a los niños una barrita nutricional”, nos cuenta. También entregaron gafas a personas con dificultades visuales y apoyaron otros programas sociales siempre que estuvieran basados en la entrega de dinero porque, según nos dice, son asistencialistas y crean dependencia.

Oportunidades para personas que salen de la cárcel

El poco tiempo que permaneció en el Centro de Reinserción Social le sirvió para reanimar un programa que “estaba muerto”, según sus palabras. En pocas semanas, el centro promovía las oportunidades para que las personas que salen de la cárcel tengan una ocupación y no vuelvan a delinquir.

“Conseguimos que la gente que salía de la cárcel obtuviera el seguro de desempleo. Desarrollamos un programa piloto para 100 mujeres que, a seis meses de salir de la cárcel y que hubieran realizado alguna actividad económica, se les daba un curso para poner un negocio y se les daba un crédito”, nos cuenta. Hasta cinco créditos obtenían estas mujeres para reconstruir su vida tras la experiencia penitenciaria.

Ciudad de México del pasado y del futuro

Palacios Trejo considera a la Ciudad de México una de las más avanzadas del país, de América y del mundo.

“Fue una de las primeras en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo, tenemos una ciudad con una izquierda moderada, abierta y moderna, una ciudad con participación democrática que cuenta incluso con su propia constitución desde hace poco tiempo”, dice.

A pesar del notable incremento de las infraestructuras, considera la movilidad el principal reto de la ciudad junto con la seguridad, pero sin abandonar su dimensión social: “hay que mejorar la calidad de vida en cuanto a la salud de la gente con programas de salud avanzados, convertirnos en la primera ciudad del mundo que no tenga deficiencia auditiva por falta de un aparato”.

Considera fundamental extender programas para combatir los altos índices de obesidad, sobre todo entre la población infantil, y la mala alimentación; mejorar la salud por medio de una alimentación adecuada.

“Si inviertes en salud, inviertes en prevención y eso producirá ahorros”, concluye.

La Central de Abasto en números

Según datos aportados por Sergio Palacios Trejo, la Central de Abasto:

  • Es la segunda unidad económica de todo el país, detrás sólo de la Bolsa Mexicana de valores
  • Genera cerca de 9.000 millones de dólares al año
  • Abarca 327 hectáreas
  • Recibe un promedio de 500.000 visitas diarias
  • Trabajan ahí 90.000 personas
  • Almacena 120.000 toneladas de alimentos, de las que 30.000 se comercializan diario
  • Ha abierto todos los días desde su inauguración hace 35 años, Ni con los terremotos que han azotado a la ciudad ha cerrado
  • El 80% de lo que se consume a diario en la Ciudad de México y el 35% a nivel nacional pasa por ahí

Fotografías: Departamento de comunicación de la Central de Abasto