La crisis económica puede traer grandes oportunidades para mexicanos que cuenten con capital para invertir y obtener una ‘Visa Gold’, como se llama al permiso de residencia en España que se obtiene por medio de la compra de un inmueble de 500.000 euros o superior. Nos lo cuenta Mari Paz Cotarelo, experta en derecho laboral y mercantil asesora de empresas y socia fundadora de Foro Norte.

Por Ángeles Garrido.

Madrid, España.-  La Visa Gold, como se conoce al visado que se consigue mediante una inversión de 500.000 euros o más en el sector inmobiliario, le abre la puerta de España a ciudadanos de distintos países y a sus familias.

Mari Paz Cotarelo, experta en derecho laboral y mercantil, además de asesora de empresas, conoce de cerca esa realidad. Desde Foro Norte, empresa de la que es socia fundadora, ha tramitado con éxito autorizaciones de residencia para inversores y sus familias procedentes de países como China, Rusia, Estados Unidos, Venezuela, Argentina y El Salvador.

Aprobada en septiembre de 2013, la Ley de Apoyo a los Emprendedores y su Internacionalización incorporó estos visados para reactivar al sector inmobiliario en España tras la debacle sufrida por el sector después de la crisis del 2008. Se le conoce como Visa Gold o Visa Oro, pero responde al nombre de Visado de Inversor.

“Esta autorización de residencia del inversor seguirá siendo una de las mejores entradas para invertir en España y tener una ‘visa’ que le permite no sólo residir legalmente en España, sino que le abre las puertas, al inversor y a sus familiares, a la Unión Europea y al Espacio Económico Europeo”, dice Cotarelo.

Basta tener la mayoría de edad, carecer de antecedentes penales en España y en los países de residencia anteriores, no figurar como rechazable en el espacio territorial de países con los que España tenga convenios firmados y tener un seguro de enfermedad con una aseguradora autorizada para operar en España. Por otro lado, la persona interesada debe contar con recursos económicos suficientes para ella y para las personas que lo acompañen durante su período de residencia, calculado en unos

Para que sea válida, la inversión de 500.000 euros o más debe estar libre de toda carga o gravamen, por lo tanto, no serviría adquirir un bien inmueble bajo una hipoteca. El inversor tiene que disponer de la liquidez y contar con este dinero en su patrimonio para poder adquirir el bien inmueble. Para prevenir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo y actividades ilícitas, se investigará la procedencia del dinero, por lo que pedirán justificar la fuente del capital.

El permiso de residencia por esta vía se consigue por un periodo inicial de dos años, renovables por 5 años más con la posibilidad de solicitar una autorización de larga duración.

Cotarelo afirma que conviene saber que no existe obligación de residir en España durante ese tiempo, lo que abre la puerta a que los solicitantes renueven su autorización sin haber vivido en el país de forma permanente. Por otro lado, ese visado permite trabajar tanto al titular como al resto de familiares adscritos al permiso de residencia. También permite a los hijos acceder a colegios y universidades públicas.

Ocurre con frecuencia que los inversores comprar una vivienda para su residencia y otras a modo de inversión. Sin embargo, hay quienes se limitan a invertir en bienes inmuebles para su arrendar bajo el paraguas de empresas con personalidad jurídica como pueden ser sociedad limitadas o anónimas, tal y como lo recoge la Ley de Apoyo a los Emprendedores y su Internacionalización.

Al obtener residencia legal en un país del espacio Schengen, estos visados permiten extender el negocio del inversor hacia los países de la Unión Europea.

Los solicitantes de este visado suelen invertir en zonas costeras, muchas veces garantía para alquilar. Madrid y Barcelona son los otros dos destinos preferidos por la revalorización de las inversiones. En épocas de crisis ofrece menos riesgo de depreciarse.

En cuanto a las consecuencias económicas del COVID-19, Cotarelo cree que España se mantendrá como destino para inversionistas por sus atractivos turísticos y su calidad de vida, difícilmente superables por otros países y por la disponibilidad de inmuebles para invertir.

Como suele suceder en épocas de crisis, quién tiene dinero para invertirlo puede encontrar una oportunidad para aumentar su capital. No parece que esta crisis vaya a ser la excepción, pues se espera una bajada de los precios de los bienes inmuebles, lo que convertiría el momento en óptimo para hacer inversiones inmobiliarias en España.