Durante años, las mujeres han sido señaladas cuando no cumplen determinados cánones estéticos. Romper con los estereotipos es el objetivo de muchas mujeres que se liberan de pelucas y otros complementos que ocultaban su calvicie.

Por Claudia Brihuega Ortiz, participante de Crónicas de México en España, el taller de periodismo de Espacio Méx.

MADRID, España.- Mujeres calvas es el nombre del proyecto documental sobre alopecia femenina dirigido por la periodista Sandra Román.

“La feminidad va mucho más allá de su condición en una sociedad en la que las mujeres son esclavas de su imagen. Su libertad será ejemplo para todas”, señala Román.

El objetivo no es saber qué provoca la pérdida o debilitamiento del cabello, sino profundizar en el impacto emocional en las mujeres que la padecen.

La primera vez que Julia Vincent, profesora de adultos y actriz, fue sin pañuelo o peluca a una piscina se dio cuenta de que llevaba años sin sumergirse.

Veintitrés años en la jaula que para mí ha sido la peluca. No iba ni al baño sin ella”, confiesa Vincent. Junto a Núria Garriga, Carmen Suárez y Elisabet Rodríguez forman el corazón de la asociación Apelo.

No estamos juntas por una enfermedad o por reivindicar una causa médica. Nuestro encuentro es porque necesitamos vernos y saber que no somos casos únicos. Nuestra reivindicación es ser pelonas.

Múltiples causas pueden provocar la caída, pero la mayoría comparten un factor común: cambios hormonales. Según la doctora Ángela Hermosa, especialista en dermatología del Hospital Quirónsalud San José (Madrid), la alopecia afecta al 40% de las mujeres en algún momento de su vida y su frecuencia aumenta con la edad. También existen otros factores fisiológicos en los que se produce un exceso de hormonas masculinas, como el mal funcionamiento de las glándulas tiroideas o mujeres con ovarios poliquísticos; y factores medioambientales como la contaminación, el estrés o una mala alimentación.

Tener una herramienta o un protocolo que permita evaluar los efectos ayudaría a personalizar los tratamientos y así tener una visión más completa de los síntomas físicos y psicológicos.

La mayoría de las enfermedades cutáneas influyen en el aspecto emocional y en la calidad de vida del paciente, pero este efecto es más importante en la alopecia femenina”, señala la doctora Aurora Guerra del Hospital 12 de Octubre de Madrid. El impacto psicológico en mujeres ha motivado la búsqueda de tratamientos integrales que tengan en cuenta todos los factores en el deterioro de su calidad de vida.

La falta de cabello en las mujeres está asociada a un concepto negativo proyectado e instaurado a lo largo de la historia. Rapar la cabeza de las mujeres se ha utilizado durante años como símbolo de humillación y arma política. El escritor británico Keith Lowe, en su libro Continente Salvaje, apunta que cerca de 20.000 mujeres consideradas colaboracionistas con los alemanes fueron rapadas en Francia tras la liberación. En muchos pueblos y ciudades de España, tras la Guerra Civil, se detenía a las mujeres para cortarles el pelo al cero y pasearlas después para que todo el mundo pudiera verlas.

Aunque pueda parecer que este tipo de vejaciones forman parte del pasado, en junio de 2019 un grupo de hombres afeitaron la cabeza a la fuerza a una madre y su hija en una aldea de la India tras resistirse a un intento de violación grupal. En mayo de ese mismo año en el Mercado San Juan de Tapachula, en Chiapas, estado del sur de México limítrofe con Guatemala, dos mujeres acusadas de robar a varios clientes fueron detenidas por los comerciantes. Las golpearon, desnudaron y cortaron el pelo. Tras la agresión, fueron obligadas a caminar por los alrededores del mercado. Según señala el periódico mexicano El Universal, nadie de la Policía Municipal acudió a mediar, aunque la comisaría se encuentra a unos 300 metros de distancia. Nada justifica esa violencia.

Durante años, las mujeres han sido castigadas a través de la modificación de sus cuerpos. Se les ha señalado cuando no cumplían determinados cánones estéticos.  Romper con los estereotipos es el objetivo de muchas mujeres que se liberan de los complementos que ocultaban su calvicie. No existe un modelo único de belleza.