Los Lobos de México y GMadrid Sports desmontan la falacia de que “no existen homosexuales en el fútbol” y se convierten en referentes en materia de inclusión en México y en España, donde la homofobia, la discriminación y la falta de visibilidad se alimentan de una “masculinidad” que confunde sexo con género y de la falta de referentes en el deporte profesional.

Por Javier J. González Sánchez *.

MADRID, España.- A diferencia de millones de futbolistas en el mundo, Andrés Martínez Gotor y Rodrigo Arciniega Ponce juegan al fútbol en equipos donde varios de sus jugadores son gay.

Andrés juega en GMadrid Sports y Rodrigo en los Lobos de México. Además de una fuerte tradición futbolera, España y México comparten una falta de visibilidad e inclusión de personas que asumen y viven con naturalidad una preferencia sexual distinta. Ambos se muestran agradecidos a sus equipos por esa inclusión tan atípica en el mundo del fútbol.

Valoro la gran familia que se ha formado, una familia que hace lo que le gusta y compite y representa a México de forma loable”, afirma Rodrigo desde la Ciudad de México.

Los Lobos de México. Equipo de Fútbol LGTBI.

Los Lobos de México

“Valoro el sentimiento de inclusión y aceptación que puede tener todo el mundo de cara a participar en el equipo”, explica Andrés, coordinador del equipo de GMadrid Sports, en la capital española.

Es un ambiente inclusivo en el que todo el mundo tiene lugar y no existe este tipo de problemas de discriminación y eso hace que estés más a gusto.

GMadrid

Equipo de fútbol GMadrid Sports

GMadrid compite en la liga municipal de la capital española con el apoyo de años por parte de la organización y participa en la liga como cualquier otro equipo. Su contraparte mexicana ha encontrado mayores impedimentos en medio de un ambiente que rechaza la existencia de organizaciones de personas gays que practican deportes y donde se normalizan los insultos contra quienes viven o se comportan distinto al resto de la sociedad.

‘En el fútbol profesional no hay homosexuales’

Los jugadores de los Lobos y GMadrid Sports demuestran que “en el fútbol sí hay gays” a pesar de un dogmatismo reforzado por una falta de referentes en el fútbol profesional y la asociación de este deporte a una masculinidad clásica y estereotipada. Cuesta encontrar argumentos contra los estereotipos con un panorama en el que, de 500 jugadores de primera división en cada uno de los países, ninguno reconoce de forma abierta ser gay.

“No tengo ninguna duda de que hay futbolistas homosexuales en España. Otra cosa es que se haga público”, afirmó Antonio Sánchez, comentarista deportivo de Movistar +, en 2018.

“Sería una noticia muy importante en medios, a nosotros nos beneficiaría; un paso agigantado en nuestra lucha, que es el dejar en claro que nuestra orientación sexual no determina ni limita nuestra capacidad para practicar deportes de alto rendimiento”, dice Archiniega sobre la posibilidad de que un jugador conocido saliera del armario o del clóset. Martínez comparte con su homólogo mexicano la idea de que sería muy beneficioso para el colectivo, pero que podría perjudicar al jugador.

Creo que le supondría un prejuicio más que un beneficio. Se beneficiaría de cara a su vida personal, pero le perjudicaría en la deportiva. Sus méritos deportivos dejarían de ser el centro de atención.

No abundan referencias temporales en España y en México para confirmar estas hipótesis junto a otras relacionadas con los miedos a posibles pérdidas de patrocinios de marcas que refuerzan los estereotipos de lo masculino y lo femenino.

Machismo y homofobia en el fútbol

Por el Día del Orgullo gay de 2019 el diario AS, uno de los medios deportivos más importantes en España, publicó una lista de jugadores profesionales que habían salido del armario. En la lista no figuraba ningún futbolista masculino español o mexicano. Las únicas españolas fueron Mapi León, jugadora del Barcelona y la Selección española femenina y Sandra Castelló, del Sporting Huelva. Ambas han reconocido su homosexualidad, reivindican mayor inclusión en el deporte  y animan a otros jugadores a sentirse con la libertad de hacer pública su orientación.

Estas jugadoras se enfrentan a diario al machismo, otra de las lacras del fútbol. Ambos conceptos están muy ligados, ya que el fútbol siempre se ha entendido como algo puramente masculino.

La homofobia tiene que ver con el machismo y se ve claro en los insultos, una persona hace comentarios peyorativos hacia otra comenzando por la feminidad. En México existe un problema con la manera de expresarse de los aficionados en el estadio, llaman ‘puto’ a los porteros. Esto quiere decir Puto/alguien homosexual/ que es femenino/ lo femenino es débil / alguien femenino o una fémina no debería practicar fútbol, que es una práctica de ‘hombres’”, explica Rodrigo Arciniega, que considera absurdo y falso identificar homosexualidad con la feminidad.

“Esa identificación se hace para perjudicar al homosexual, pues a la mujer se le considera inferior al hombre, es todo un conjunto”, dice por su parte Martínez.

Papel de la educación en una sociedad más inclusiva

Uno de los episodios de homofobia que sufrió el equipo de GMadrid Sports fue los insultos que recibió uno de sus porteros, Santiago Rivero, durante un partido. Tanto la afición como el equipo rival apoyó a Rivero y el grupo de acosadores fue expulsado. Martínez afirma que estas situaciones no son muy comunes en el equipo y que los jugadores suelen sentirse muy cómodos durante los partidos.

GMadrid

La inclusión la puedes garantizar dentro del equipo y a través de la visibilidad, de darnos a conocer, puedes conseguir que haya gente que nos conozca y pueda cambiar un poco de opinión. Fuera del equipo el mundo sigue igual y sigue habiendo homofobia fuera y te puedes encontrar este tipo de casos.  Se trata de que intentemos reaccionar todos juntos, que le demos la importancia que tiene y que apoyemos a nuestros compañeros.

Lo que más llamó la atención de aquel incidente fue la minoría de edad de quienes profirieron los insultos.

Arciniega y Martínez coinciden en la necesidad de trabajar la inclusión desde la infancia y que es clave para que las próximas generaciones se sientan cómodas con su sexualidad y su afición por el fútbol. Consideran fundamental abordar este tema en las escuelas, algo a lo que aún muchas familias se oponen como lo demuestra el debatido PIN parental en España.

Hay que aprender desde muy pequeños que existe la diversidad, pluralidad y que por ende es fundamental practicar la tolerancia. Todos somos seres humanos, y tenemos derechos iguales para practicar deportes”, sostiene Archiniega Ponce.

* El autor es participante de Crónicas de México en España, el taller de periodismo de Espacio Méx