Un carrito con un cartel decía “mi primer 8M” y se veía a una mujer en silla de ruedas con otro en el que había escrito “Tengo 94, aquí sigo por vosotras. No me rindo”. El 8M juntó en Madrid a más de 120.000 personas de todas las edades y condiciones para luchar por la igualdad en un año en que el feminismo se enfrenta a las mismas amenazas contra la mujer.

Por Javier González Sánchez *

MADRID, España.- Hace justo un año, una pancarta que rezaba “quién no se mueve, no nota las cadenas”recorrió el centro de Madrid acompañada de miles de mensajes más que pedían igualdad y justicia para las mujeres. Un año después, el feminismo español ha vuelto a salir a las calles para llevar a la realidad esta cita de Rosa Luxemburgo el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

A la manifestación de Madrid acudieron unas 120.000 personas, según cifras oficiales, un número menor a las 350.000 del año anterior. La amenaza del coronavirus y la campaña antifeminista de los partidos de derecha y ultraderecha pueden haber influido en este bajón, pero el espíritu de reivindicación y de lucha por los derechos de las mujeres no había perdido nada de fuerza y la marcha violeta volvió a alzarse por el centro de la capital española.

Día Internacional de la Mujer - Madrid

Los cánticos se repitieron uno tras otro sin parar desde que comenzó la marcha a las 17:00h en Atocha: “sola, borracha, quiero llegar a casa”, “ni una menos”, “no somos princesas, somos guerreras”.Algunos sectores avanzaban a ritmo de tambores y otros al de canciones feministas como la ya conocida “el violador eres tú”.

Los mensajes estaban dirigidos sobre todo a las víctimas de violencia de género y como apoyo a las supervivientes. En lo que va de año, 12 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Estas mujeres se suman a las más de 1.000 que han muerto por la violencia machista en España desde 2003.

En los últimos años, el número de agresiones sexuales han crecido en el país. En 2018 el número de violaciones se incrementó un 12% y en 2019 casi un 11%. En la anterior marcha todos los manifestantes gritaron por las víctimas de casos como el de La manada y pidieron medidas para proteger a las mujeres y educar contra la violencia. Pero parece que los discursos machistas mantienen su fuerza.

Día Internacional de la Mujer - Madrid

Santiago Abascal, líder del partido machista y xenófobo Vox, ha culpado públicamente al nuevo gobierno y a la migración de este aumento de la violencia machista, aunque también coincide con el aumento de poder y popularidad de su partido. Vox ataca abiertamente a los colectivos feministas y que ha extendido mensajes que insultan y humillan la figura de la mujer como “coser un botón empodera mucho”.

Las calles del centro de Madrid expresaron de mil maneras el descontento por la falta de medidas para que las mujeres se sientan seguras y respetadas. Se exigió igualdad salarial, respeto hacia la mujer a la hora de elegir sobre temas relacionados con su cuerpo, aborto libre y sin juicios morales, seguridad y educación para evitar que más mujeres sean violadas y asesinadas…

Muchas de estos actos de protesta estaban protagonizados por niños y niñas que se sabían las estrofas de memoria y que incluso comenzaban el coro mientras agitaban banderas violetas. Durante la caminata se levantaron varias torres humanas de mujeres, se pudo ver al “Santo coño”, un símbolo de la lucha feminista, desfilar entre aplausos, se hincharon globos y se lanzó humo violeta….

Día Internacional de la Mujer - Madrid

La marcha continuó por el paseo del Prado y en muchos balcones colgaban banderas violetas en apoyo al 8M. En una de las azoteas destacaba un enorme grafiti que decía “feminismo ingobernable”.

Edificios icónicos como la estación de Atocha también se iluminaron con este color. El brillo violáceo de la Casa de América y el Palacio de Cibeles iluminó a la diosa que habita la fuente con el color de la lucha feminista y marcó el camino para que la masa continuara el camino hasta Plaza de España.

Día Internacional de la Mujer - Madrid

Personas de todas las edades formaron la marea violeta del 8M; niños que comienzan a darse cuenta de la necesidad de manifestarse y luchar y personas que han legado su lucha a sus hijos y nietos. Una anciana que recorrió la Gran Vía madrileña en silla de ruedas, alzando su cartel de “Tengo 94, aquí sigo por vosotras. No me rindo”, mientras un bebé viajaba en carrito adornado con un papel en el que ponía “mi primer 8M”. Los valores de estos manifestantes continuarán su viaje a hacia las nuevas generaciones hasta que se hayan cumplido los objetivos de la lucha feminista.