No se puede hablar de un problema marginal si más de dos millones de niños sufren pobreza, la mitad de ellos en casos de pobreza severa, según el informe ‘Familias en riesgo’ de la ONG Save the Children. El 80% de los menores que nacen pobres lo serán el resto de sus vidas.

Análisis de Xavier Caño Tamayo.

MADRID, España.- “En España, muchas familias tienen un dilema: poner la calefacción o comer”, dijo Philip Alston al explicar sus conclusiones sobre pobreza tras doce días de reuniones con diversas personas y colectivos en seis comunidades autónomas diferentes. Este Relator especial de la ONU sobre la pobreza extrema y los derechos humanos asegura que una pobreza alarmante afecta al 26% de los españoles.

Alston afirma que ha escuchado problemas similares en Barcelona, País Vasco, Andalucía, Extremadura y Galicia.

“En todos esos lugares hay los mismos problemas de viviendas imposibles de pagar, desempleo, bajos salarios, condiciones laborales inadecuadas y muchos asalariados que, aún trabajando a tiempo completo, no ganan lo suficiente para vivir”, dice el Relator.

Alston, abogado y profesor universitario especialista en derecho internacional y derechos humano, señala también que “los alquileres de vivienda son cada vez más altos y que en los últimos años se han disparado los desahucios”.

Señala como factor agravante que “España no ha invertido en vivienda social o ha vendido las que tenía”. Recuerda que la Constitución española contempla el derecho a la vivienda y ha pedido a los dirigentes políticos que se tomen en serio los elevados precios de los alquileres y afirma que España tiene la peor oferta de vivienda social de toda la Unión Europea. También denuncia el grave déficit de viviendas sociales y acusa a los sucesivos gobiernos de no haber creado las viviendas necesarias. A su juicio, los partidos políticos no se ponen de acuerdo en medidas concretas a pesar del amplio consenso de que hay que hacer algo drástico con la vivienda en España.

La falta de acceso a la vivienda es indicador de la situación social española, como lo es también que en España aún haya un 14% de paro y que la mitad de la población tenga problemas para llegar a fin de mes. Además, casi siete millones de personas sufren pobreza energética al no poder mantener la vivienda a la temperatura adecuada, según el Informe Pobreza Energética en España 2018 que publicó la Asociación de Ciencias Ambientales.

A pesar de que España ha prosperado en lo económico, Alston recuerda que demasiadas personas pasan apuros porque la recuperación económica tras la crisis no ha llegado a gran parte de la ciudadanía y no ha llegado porque la política económica aplicada ha beneficiado a las grandes empresas y a las personas más ricas.

Pobreza infantil en España

Otro indicador preocupante es que España sea el segundo país de la Unión Europea con más pobreza infantil, que amenaza a más de 800.000 familias, según el informe Familias en riesgo de la ONG Save the Children. Esta pobreza infantil afecta sobre todo a familias donde la responsabilidad recae en abuelos y abuelas (688.058), en adultos inmigrantes (85.276), en madres solas (56.019). Más de 20.000 familias viven en la precariedad en grandes ciudades.

No se puede hablar de un problema marginal si más de dos millones de menores en España sufren pobreza infantil, la mitad además en casos de pobreza severa que no es temporal ni excepcional. El 80% de los niños que nacen pobres serán pobres toda su vida.

España es el segundo país de la Unión Europea con mayor pobreza infantil y la inversión para reducirla es inferior a la media europea, pues invierte solo un 1,4% de su PIB en atención a la infancia cuando la inversión media europea es el 2,4% del PIB.

El Relator de la ONU considera que se puede hacer mucho más por las personas pobres. Tras ser elegido secretario general del Partido Socialista, Pedro Sánchez expresó su voluntad de hacer frente a la pobreza infantil en España y creó un Alto Comisionado para combatir la pobreza infantil que coordine los diversos departamentos y servicios del Gobierno afectados.

Durante su estancia en España, el Relator especial de la ONU se ha reunido en seis comunidades autónomas con trabajadoras del hogar, gitanos, familias desahuciadas, chabolistas, temporeros, inmigrantes, afectados por pobreza energética, gente que solo percibe una Renta Mínima de Inserción y otros grupos sociales vulnerables.

Junto con las alarmantes conclusiones, los datos de crecimiento económico, fiscalidad y distribución de la riqueza se comprueba que la actual situación de desigualdad y pobreza no es gratuita ni casual y que se ha agravado durante los años de políticas de austeridad y recortes presupuestarios sociales exigidos por la Unión Europea. Estas políticas han beneficiado sobre todo a quienes más tienen y más atesoran, mientras perjudican a desempleados, a trabajadores precarios, a mujeres y a jóvenes hasta llegar a la actual desigualdad de escándalo.

Hace unos meses, Pedro Sánchez se comprometió ante una veintena de ONG y asociaciones que combaten la desigualdad y la pobreza a desarrollar políticas de justicia social para resolver los inaceptables problemas de exclusión social y pobreza de España. Urge acelerarlo.