El tenor mexicano Javier Camarena celebra 15 años de carrera con una gira por España y con un regreso especial a México para cantar en Bellas artes. De ello nos habla en esta entrevista tras un gran concierto en Málaga, así como de su fórmula para el éxito basada en el trabajo, de la necesidad de mantener la humildad y de las posibilidades que tiene la ópera de alcanzar nuevos públicos por medio de las nuevas tecnologías.

Por Rocío Garcialonso, participante de Crónicas de México en España, el taller de periodismo de Espacio Méx.

MÁLAGA, España.- Javier Camarena (Xalapa, 1976), uno de los tenores más destacados del panorama musical, acaba de concluir su gira por España con seis actuaciones en las ciudades de Barcelona, País Vasco, Oviedo, Málaga, Valencia y Madrid.

Sus primeros recuerdos musicales se remontan a Jorge Negrete, ABBA, Manuel Aceves Mejía y Los Panchos. En su casa no se escuchaba ópera ni música clásica, comenzó la carrera de ingeniería para dar el salto a la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana. Formó parte del ensamble de la Ópera de Zurich durante 10 años y en 2004 su vida cambió al sustituir al también aclamado tenor Juan Diego Flórez en la producción de La Cenicienta de la Metropolitan Opera House de Nueva York, convirtiéndose en el único tenor en cantar un bis (repetición extraordinaria de un aria en la ópera). El veracruzano ha recibido desde entonces una ola de aplausos en las casas de ópera más importantes a nivel mundial, pero a la vez es una persona humilde que no se olvida de sus raíces.

¿Cuál es su fórmula de éxito?

Trabajo. No hay otro camino más que la disciplina, entrega, conocer tus objetivos y luchar por conseguirlos día a día. En la música no puedes tomar atajos ni cortar camino, porque todo se proyecta en tu empeño sobre el escenario. Solamente es trabajar, estar consciente de lo que quiero alcanzar. Saber cuáles son mis metas y buscar su realización a través del trabajo.

La carrera de un cantante lírico es dura y exigente por constantes viajes, vida en hoteles, estar lejos de la familia y amigos. ¿Cómo mantiene la humildad?

Uno piensa en el glamour, en que estás rodeado de sirvientes y que viajas en avión privado. Pues no. Ahora mismo sigo la gira con mi pianista en un coche rentado. Esta carrera mueve muchas emociones, si yo me olvidase el por qué cantó sería fácil perder los pies del piso. Esta es una carrera que se comparte, no se vive solo, depende totalmente de la gente que te agradece y que vive emociones a través de tu canto.

El hecho de que se comparta no tiene que permitirte ningún tipo de egoísmo o egocentrismo. Recuerdo quien soy antes de ser cantante de ópera, de dónde vengo antes de dónde estoy, tengo muy presente el reconocimiento como cantante, es algo que valoro, aprecio y disfruto. Pero tengo dos hijos a los cuales quiero dejarles un ejemplo de una gran persona, ser humano y profesional que tiene mucho más valor.

México es tierra fértil de tenores: Francisco Araiza, Rolando Villazón, Ramón Vargas, Arturo Chacón-Cruz, por nombrar sólo algunos. ¿A qué cree que se deba?

México es una tierra musical, vive su cotidianidad a través de la música. Desde el ama de casa que trabaja con canciones, el microbusero partiéndose el lomo con la radio, lo vivimos siempre a través de la música. Somos un pueblo musical que como Veracruz sabe sufrir y cantar, para empezar esa alma que tenemos, la tradición de nuestra música, más icónica tiene México es el mariachi y estos grandes cantantes siguen siendo modelo.

Vicente Fernández, el último grande, y detrás de él tantos otros se remontan hacia los años 30 y 40 con José Mujica. Luego pasamos por grandes voces como la de Pedro Infante, Jorge Negrete, Pedro Vargas, y una lista grande de cantantes de música popular que eran grandes voces, ese sigue siendo un modelo de canto que tenemos presentes los mexicanos que explota cada 16 de septiembre.

Prácticamente toda América Latina canta a un amor que duele; nos gusta cantarle al dolor, al desamor, medio masoquista en ese sentido y hay un poco de eso en la ópera.

Muchos cantantes no vuelven a México al irse a vivir al extranjero. ¿Cómo se siente el regreso a Bellas Artes para La Hija del Regimiento con Rebeca Olvera y con Josué Cerón?

Siempre he tenido interés y gusto por volver a México. En esta ocasión coincide que son los 15 años de mi carrera. Tengo el gusto de hacer este título con el elenco original la maestra Rebeca Olvera, Josué Cerón, Sargento Sulpice, María Luisa Tamez y la actuación especial de Florinda Meza, gran fanática de la ópera. Meza soñaba con ser cantante, la vida la llevó por otro camino hasta convertirla en uno de los íconos de la comedia mexicana. Todos tenemos un destino y estoy feliz de que nos acompañe.

Javier Camarena en Málaga

Ha dedicado un concierto íntegro a la Zarzuela (Teatro de la Zarzuela, 2017) y en sus conciertos y recitales siempre incluye este tipo de repertorio. ¿Tiene planeado incursionar zarzuela escenificada?

Me encantaría incursionar en Zarzuela pero es complicado compaginar agenda operística y concierto con algún proyecto de zarzuela, estamos hablado de una anticipación de cuatro o cinco años. Además, necesito ahondar un poco más de conocimiento, pero encontrar el proyecto cien por ciento adecuado y tiempo necesario para prepararlo como se debe. Para mí la dicción es sumamente importante, necesitaría regresar tres meses a contagiarme del “acento” y hacer la “zarzuela” como se debe.

¿Algún consejo para quienes incursionan en el canto? ¿Le gustaría dedicarse a la enseñanza una vez retirado?

Javier Camarena, tenor mexicano

Me gustaría dedicarme a la enseñanza, porque la raíz de esta carrera sigue siendo compartir. Lo que me enseñó mi primera maestra de canto, Cecilia Perfecto es que esta carrera es de resistencia, no de velocidad. Segundo: “ningún maestro tiene la verdad absoluta respecto al canto, todos tendrán su camino y podrán aportarte algo bueno”. Tercero: “debes desarrollar tu propio criterio, conocer tu instrumento y saber que te sirve. De lo contrario desecharlo”.

Por último, respeta y honra a tus maestros. Sin embargo, llegará un momento en tu vida y carrera en el que deberás encontrar tu propio camino y desarrollarlo, solamente así vas a ser único.

¿Cree que con las nuevas tecnologías se abre cada vez más el mundo lírico?

Si la ópera no está de moda es porque no tiene la suficiente difusión. Los grandes círculos de la ópera, sobre todo en España, criticaron que estuviera en el programa de La resistencia. Pero se olvidan de que algún día estos grandes y mega súper fanáticos de la ópera fueron jóvenes y tuvieron el impacto de escuchar a un cantante de ópera por primera vez y a lo mejor ni estaban en un teatro. El público asiduo a la opera no la va a dejar. A mí me interesa ese otro público que necesite ese primer impacto. El público de la ópera urge renovarse, urge esa gente que siga emocionándose, que experimentando esas emociones por primera vez y se vuelvan fanáticos por los próximos 50 años. Lo necesitamos.

La otra parte que urge consiste en deshacerse de esta imagen del cantante inalcanzable, porque ya no estamos en esa posición los cantantes de ópera. Ya están Justin Bieber y Lady Gaga; en su tiempo Madonna y Michael Jackson que ocuparon ese lugar, convocaron y siguen convocando a millones de personas. El cantante de ópera puede estar en esa zona de comfort, que es el círculo operístico y seguir tirando la caña al estanque. A mí me importa tirar la red a un océano lleno de posibilidades de gente que puedes impresionar y jalar hacia la ópera y jalar al canto, tener nueva visiones, formas de ver, de interpretar y de vivir la ópera.

Las nuevas tecnologías te permiten esta divulgación, pero a la par una comunicación mucho más directa con el público, un contacto con la gente que te sigue, te admira y esta posibilidad de platicar en directo. Estoy más activo en Instagram haciendo vídeos en directo y platico con chicos compartiendo inquietudes, respondiendo dudas. Es una herramienta útil.

Enseñas vida detrás del escenario para acercar nuevos públicos a la ópera…

Para demostrar la parte humana. Al final del día te duermes, roncas, babeas la almohada, eres tan humano como cualquier otro. No soy yo, Javier Camarena, solamente lo que hago, es interesante compartir esta otra parte de mi vida con la gente.


Fotos: Rocío Garcialonso