En esta primera parte de la entrevista desde su estudio en la Ciudad de México, el artista mexicano César Martínez Silva habla de sus aprendizajes tras haber descendido a los infiernos, una experiencia que inspira uno de los ‘numeritos’ que ya tiene montados. 

BARCELONA, España.- Se define como artista indisciplinario y se le conoce bien tanto en México como en España. César Martínez Silva (Ciudad de México, 1962) ha realizado más de 250 actuaciones en recintos internacionales. En Madrid se le recordará siempre por Amé Rica G-Latina y Tratado de Libre Comerse. Su obra se encuentra en importantes colecciones de arte como la Carsten Norman (Alemania), la Fundació Sorigué (España), la Colezzione La Gaia y Associazione Prometeo (Italia), el MUAC UNAM (México) y varias colecciones privadas en Reino Unido y Emiratos Árabes, entre otras.

Ganador de varios premios nacionales y menciones honoríficas, César Martínez Silva es Doctor en Arte Contemporáneo e Investigación por la Universidad de Castilla La Mancha. Su tesis Cuerpo, política y subjetividad. Performance y prácticas antagónicas, recibió un Sobresaliente Cum Laude. Desde 1988, trabaja como maestro de tiempo completo en la División de Ciencias y Artes para el Diseño de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Azcapotzalco.

César Martínez Silva. Foto de Alfredo Durante, cortesía de la galería Le Laboratoire.

No sé si el maldito virus te dejó algo de inspiración. Lograste vencerlo, eso sí, pero te dejó noqueado. ¿Qué aprendiste desde tu limbo?

Sigo aprendiendo. De hecho la lección no ha concluido, tan no hemos comprendido la enseñanza que hay nuevos rebrotes a nivel mundial. Por mi cuenta, las lecciones, hasta ahora, son de solidaridad, transformación, admiración y gratuidad, un término que se utiliza mucho en el budismo.

Me parece increíble que un nanoser tan diminuto se haya convertido en un gran “maestro”.

Desde la perspectiva del I Ching, –mi libro de cabecera–, lo que estamos viviendo, correspondería al hexagrama de “La preponderancia de lo pequeño”, donde lo “débil” se hará cargo de nuestra naturaleza, lo que pone en evidencia cómo la humanidad se detiene por conductas mezquinas y mínimas. Con ello se nos asegura que la vida microscópica no deja de ser menos interesante y que también compartimos con ella el trasiego de la vida para venerar, de otra manera, a lo que no vemos. La paradoja es que hacer cosas pequeñas, también puede derivar en cosas grandes. El Covid no es la punta del iceberg sino lo que no queremos ver de nuestra propia naturaleza humana. El nanobicho nos ha señalado como egocidas, egotóxicos y egonómicos que somos.

Solidaridad por todo el amor que sentí de lejos y de cerca. Con mis amigos y algunos familiares me llené de luz y calor desde un nuevo sol, con su ayuda contemplo a la estrella del Sol Idaridad. Todo este entusiasmo es ahora un radar en mi creatividad. Es ánimo y suspiro, toda una medida inconmensurable de perpetua dicha. Y por ello emergieron estas manos escultóricas femeninas a las que titulé “Sol Idaridad”.

En el KO confirmé lo que ya muchos han afirmado: “el miedo al miedo es lo que mata”. Pero a mí me daba más miedo el miedo de los demás. Vencer al miedo es otra batalla.

César Martínez Silva

A la derecha, “Sol Idaridad”. Primer original en cera y el segundo en silicona. La realización final será en bronce. 50 x 16 x 10 cms y formará parte de una donación para auxiliar a personas con problemas de vulnerabilidad en la Ciudad de Monterrey. 2020

Durante la enfermedad de Covid a mi madre, la sujeté con mis manos largos períodos, sentí en ellas las apretadas garras frías y filosas de la muerte, ya se la llevaban, pero pudimos sacarla adelante. Antes de enfermar doné obra para apoyar con su venta a los “Héroes blancos” y a muchos colegas artistas que se han quedado en el desamparo, iniciativa del grupo “Arte y resistencia”, desde cuya plataforma sostiene que resistir es vencer.

Transformación porque es evidente la necesidad de hacer un cambio en nuestros modos de ser y hacer, otro mundo es posible, y es ésta, de nueva cuenta, la gran enseñanza. La clave está en que nos enfermamos por inspirar lo que a otros está extinguiendo. También forma parte de otra inspiración porque tuve que imaginar como exhalar a nivel atómico las señales negativas para sobrevivir y continuar mi inspiración y seguir creyendo de otra forma: “Creo, luego existo”, pudo haberlo dicho Marcel Duchamp. No lo Descartes, siento, luego existo.

El Covid lo que te arruina es la voluntad y el deseo, lo que sentí fue una gran debilidad, misma que me derritió el cuerpo como si fuera una de mis esculturas.

César Martínez Silva

“El eco de la impermanencia o el murmullo de lo inasequible, es una indispensable evanescencia”. Escultura humana de cera de abeja con aroma de canela. 1.60 x 50 x 35 cms. Expuesta en la muestra de Sinestesia olfativa. Museo del Perfume, 2019-2020.

Admiración por el espíritu guerrero de mi madre Gloria Silva que luchó para mantenerse viva a pesar del infierno que compartimos. Literalmente nos quedamos en la penumbra, su cama se convirtió en un sarcófago provisional durante varias noches. Su espíritu guerrero ha sido mi inspiración para buscar en los rincones de mi sistema inmunológico fuerzas para vencer mi agotamiento de noches sin dormir. Siendo hijo de una guerrera no había más que poner en práctica sus genes. No me separé de ella en ningún momento, hasta que un angelito con 16 años de edad, Sarita Huerta Silva, pasante de enfermería vino a colaborar con su buena voluntad.

En el campo de batalla fuímos un equipo de 4, dos enfermeras profesionales que se alternaron una a otra cada 24 horas y que aceptaron en las condiciones de riesgo, venir a a casa para auxiliarnos. Han sido mujeres quienes nos han salvado la vida a los dos.

Gratuidad porque puedo escribir estas palabras llenas de porvenir, y por todo lo que está por venir ahora mismo. Una coreografía unida jamás será vencida, sea como sea, la danza por la vida continúa. Reconocimiento a todas las personas que ofrendaron su ayuda vital, desde conseguir los medicamentos agotados, hasta el envío de alimentos, y sobre todo el gran apoyo emocional.


La segunda parte de la entrevista se podrá leer en espaciomex.com en los próximos días.