“Es curioso el hecho de que fuera en México, y no en mi país, donde sentí la poesía más de cerca. Vivir en México fue un estallido para mí, en todos los sentidos, también en el creativo. Quiero a México como mi otro hogar en el mundo”, dice la poeta Estefanía Cabello (Córdoba, España). En entrevista con Espacio Méx nos habla de su trayectoria en diferentes países y de su visión sobre la literatura y de poesía.

¿Cómo fueron tus comienzos en la poesía?

Desde chiquita me interesaba la manera de expresar lo que conocemos, de otra manera diferente, a través de las palabras. No obstante, de cara al público, fue a la edad de los 18 años, en México, cuando comencé a leer sobre lo escrito previamente.

A menudo pensamos que la poesía ya no se lee y mucho menos la escriben los jóvenes. ¿Qué piensas de ello?

Pienso que es una idea generalizada y errónea. Solo hay que echar un vistazo alrededor para comprobarlo.

Durante tu participación en Enmujecer fest, la presentadora resaltó tu presencia en diferentes ciudades del mundo, la Ciudad de México y Guadalajara (México) entre ellas. ¿Cómo ha sido tu experiencia en el país?  ¿Los jóvenes mexicanos leen y escriben poesía?

Es curioso el hecho de que fuera en México, y no en mi país, donde sentí la poesía más de cerca. Los jóvenes mexicanos sienten inquietud por la vida y no tienen miedo de buscar soluciones a esa inquietud: leen, escriben, crean en general, revolucionan. Vivir en México fue un estallido para mí, en todos los sentidos, también en el creativo. Quiero a México como mi otro hogar donde estar en el mundo.

El Guadalajara, México has desarrollo un tema sobre la cosmovisión náhuatl y el encuentro de dos mundos. ¿Qué destacarías de ello?

Voy a responderte con una frase náhuatl que esconde un difrasismo: “in cuitlapilli in ahtlapalli”, que quiere decir, literalmente, “la cola y el ala”, es decir, el pueblo mexica.

En la UNAM, tuve la oportunidad de tomar clases con un gran estudioso del mundo náhuatl, Patrick Johansson. Básicamente aprendí que pese a tratarse de dos mundos tangiblemente separados, en todos nosotros prima la misma necesidad de subsistencia y de amor hacia el resto. En unos más que en otros, desgraciadamente.

Has afirmado que tu poesía es femenina, que no feminista. ¿Cuál sería la diferencia?

Mi poesía no se adscribe a ningún movimiento histórico social o cultural. Puede describirse con adjetivos más o menos observables, pero no adscribirse a ningún –ismo. Y así me gustaría que continuara.

Tu poesía toca temas como la infancia y la inocencia perdida y el sexo y la muerte.  ¿Por qué crees que el ser humano subyace bajo estos grandes temas?

Porque son los que le definen como ser humano y social, desde la Antigüedad clásica a nuestros días.

Hay ciudades que inspiran. ¿Haber nacido en Córdoba, Andalucía, te inspira para escribir? ¿Qué otras ciudades te atrapan y te impulsan a ello?

Sin duda alguna. Cada una de las ciudades en las que he vivido me inspiran directamente o indirectamente, pero no desvinculo cualquier manifestación de arte de los lugares en los que uno vive y por los que uno pasa, pues son los mismos que le van formando y dejando una impronta fija.  

“Trece segundos para escapar” y “La teoría de los autómatas” están entre tus obras publicadas. ¿Tienes alguna obra más en el tintero?

Sí, tengo una aún no impresa, El cielo roto de Shanghái, finalista del Adónais este pasado mes de diciembre. Más alguna que otra cosita en narrativa sobre la que llevo tiempo trabajando.

¿Por qué hay que escribir y leer poesía?

Te podría decir que para ser más humanos e intensificar nuestro tiempo lo máximo posible. No se me ocurre otra respuesta posible ahora mismo.

¿Dónde y cuándo es tu próxima presentación?

De momento he dado un stop a las presentaciones del último libro para concentrarme en otros quehaceres y poder continuar escribiendo también. Intento dosificar el tiempo de la mejor manera posible. La próxima aparición pública que tengo será a finales de marzo y principios de abril en una ponencia sobre el bicentenario de Whitman, en el marco de la Feria del Libro de Córdoba.

¿Cuándo volverás a México?

Me gustaría que fuese muy pronto, que antes de darme cuenta, ya tuviera el boleto en la mano. Confío en que no pasen muchos años más.