La cantante Ana Cuenca Ramón y el pianista José Ramón Mestre tocaron las fibras sensibles de mi nostalgia por el México que viví antes de emigrar a España. Le damos las gracias a la cantante y a su representante Intxizu Bengoa por las entradas que compartieron con Espacio Méx, y también a nuestro amigo Octavio Rojas Orduña por ponernos en contacto para disfrutar de ‘Celebrando a Chavela‘ en una noche tan especial en el Café Berlín.

MADRID, España.- La nostalgia se adueñó de la noche madrileña con la voz de Ana Cuenca Ramón y el piano de José Ramón Mestre para interpretar La Llorona, Volver, volver, Macorina, La Sandunga, Paloma negra, No soy de aquí, ni soy de allá y otros clásicos de Chavela Vargas, que habría cumplido 100 años en 2019 de no haberse apagado su estrella el 5 de agosto de 2012.

La sonriente intérprete madrileña oscilaba con movimientos suaves y sensuales al producir una voz que iba desde la dulzura hasta el desgarro al cantar María Tepozteca y Noches de Ahuatepec, dos himnos a las mujeres y a la vida que escribió Chavela Vargas de su puño, corazón y letra.

Entre tema y tema, la cantante madrileña buscó el diálogo con un público al que cautivó con una sonrisa, con frases de Chavela Vargas y pasajes de su intensa vida. Habló de su vínculo con una cantante a la que, como todo el mundo, admira por su valentía, por su libertad y por su autenticidad. Habló de su viaje reciente a México y de su gusto por su forma de vivir la muerte.

Una voz madrileña y las notas de un pianista cubano demostraron el poder del mestizaje al conectar como pocos con mi nostalgia de México.

Volvieron mis recuerdos del sonido del piano que tocaba un hombre que tenía cada vez más canas en el restaurante donde comía con mi familia los fines de semana. No intuía entonces que llegaría un último sábado o domingo para deleitarme con esas notas, tan parecidas en cadencia y gusto a las de este excelso pianista cubano.

La añoranza del pasado sólo sirve cuando aprendemos a valorar las pequeñas cosas, a distinguir gestos que parecen insignificantes en un momento pero que crecen en el corazón con el paso del tiempo y a compartir con los demás lo que uno tiene, sobre todo cuando es bueno.

Ana Cuenca Ramón en el camerino con los ganadores de las entradas gratuitas para Espacio Méx

Le damos las gracias a Ana Cuenca Ramón y a su representante Intxizu Bengoa por las entradas que compartieron con Espacio Méx, y también a nuestro amigo Octavio Rojas Orduña por ponerlas en contacto con nosotros para disfrutar de una noche tan especial. Seremos los primeros en recomendar Celebrando a Chavela en un 2020 a punto de llegar.


Fotos: David Menéndez