“Cada inauguración de pintura, cada presentación de un libro o concierto es como el nacimiento de un hijo, así que tengo un montón de ellos y me cuido mucho de quien llega a adoptarlos pues me reconozco una mujer compleja”, dice la artista mexicana María Gloria Torres Mejía en esta entrevista, en la que habla de su trabajo como pintora, como escritora y como rockera.

 

MADRID, España.- Formada en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, en La Esmeralda, en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, en la Universidad Complutense de Madrid en la Facultad de Bellas Artes, la artista María Gloria Torres Mejía estudió también Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, su primera carrera como nos cuenta en esta entrevista.

Por Gonzalo Estrada Cervantes.

¿Cuánto tiempo tienes dedicándote al arte?

Desde la infancia pinto y escribo, luego estudié profesionalmente ambas artes a nivel licenciatura para luego venir a realizar un doctorado en la Complutense de Madrid. Más tarde formé un grupo de rock alternativo llamado Schinny Black con mis composiciones, el cual me ayudó mucho como un puente mientras no sabía dónde me quedaría a vivir, si en México o España. Durante épocas difíciles Schinny Black, se convirtió en una familia que no podía abandonar y cuando miro hacia atrás, veo que fue lo que me ancló en Madrid, pues teníamos conciertos y había que cumplir.

¿En qué lugares has realizado exposiciones?

En México realicé bastantes exposiciones colectivas e individuales en lugares como El Centro de las Artes, el Museo de la Estampa, Museo Diego Rivera y muchos más, también en el extranjero. Luego vine a España y he seguido exponiendo desde entonces, pero he parado un poco cuando he estado dando conciertos o publicando mis libros.  Suelo realizar sólo dos artes a la vez, no me es posible hacer tres porque el tiempo no alcanza. Todas son muy demandantes y por eso las alterno y así siempre estoy activa.

¿Qué artistas han influido en tu trabajo?

En pintura, los expresionistas o sus precursores: Goya, de Kooning, Motherwell, Philip Guston, Acéves Navarro, Velázquez y muchos más. Tengo pasión por el dibujo, me encanta dibujar, incluso cuando pinto. Quizá por eso me dieron el premio José Guadalupe Posada en 1998, pues lo mezclé todo y resultaba extraño y diferente. En Literatura, me atraen autores que estudian aspectos psicológicos y humanos, la Ciencia Ficción, los viajes o el misterio: Dostoievski, Lovecraft, José Revueltas, Unamuno, Juan Rulfo, Borges, Bradbury o Kerouac. En la música tengo un amor especial por todo lo que sea Rock y si se mezcla con el Blues mucho mejor, aunque nunca descarto a los clásicos, haciendo énfasis en los barrocos y la ópera de Wagner, pues fui educada en ella por mis padres. Pero me rebelé desde muy joven y me fui al rock alternativo o muy fuerte e incluso al metal

¿Cómo definirías tu estilo?

En pintura mezclo el expresionismo con el constructivismo, aunque soy expresionista en esencia. En literatura soy muy compleja. Quien me lea puede pensar que me he fumado algo cuando en realidad no fumo nada, pero tengo una cabeza complicada. Reconozco que puede ser difícil comprenderme. En cuanto a música, las composiciones de Schinny Black son totalmente libres y rockeras porque no pueden ser de otro estilo pero no sigo un método específico sino lo que me pide el alma en el momento. Suelen compararme con mujeres rokeras en conciertos, pero siempre me he guiado más por músicos varones que por mujeres.

¿Qué papel juega el arte en tu vida?

Toda la vida he dado un máximo de importancia a las artes. Son como mis grandes amores, les dedico muchísimo tiempo pues me apasionan y porque me encanta producir.  Nunca quise ser madre, ya que desde niña supe que lo que quería tener eran cuadros, libros y aunque nunca lo planeé. Tengo dos Cd’s: PEOPLE SAY y KONZERT FÜR AKARUS, con mis composiciones.

Llegaron por sorpresa en la vida, como cuando te quedas embarazada y no lo esperas. Cada inauguración de pintura, cada presentación de un libro o concierto es como el nacimiento de un hijo, así que tengo un montón de ellos y me cuido mucho de quien llega a adoptarlos pues me reconozco una mujer compleja, sobre todo en la literatura. Creo que en la pintura me relajo y soy más hedonista, aunque pintar tampoco es nada fácil.

¿Qué proyectos tienes?

Tengo dos exposiciones en Madrid que, para colmo, se inauguran el mismo día y a la misma hora: jueves, 16 de mayo a las 19:00. Asistiré sólo a una de ellas y mi compañero me hará el favor de representarme en la otra.  La primera es en la galería Espacio Cultural Abierto (C/ Doctor Velasco, 6) y la otra en el Espacio Efimeral (C/ Navarra 16). Por otra parte, continúo colaborando con VIDA en el diseño diseño de moda a partir de mis pinturas. Me gusta mucho, pues parte del dinero que se obtiene va a escuelas que lo necesitan. Con respecto a la Literatura, estoy a punto de presentar mi quinto libro, una novela titulada Las Mil Españas (respuesta amistosa a Bernal Díaz del Castillo). He tardado varios años en escribirla, pero ya está en proceso de edición y calculo que estará listo por septiembre u octubre en Editorial Chiado, con la que tengo cuatro libros de relatos ya publicados: FREAKING OUT: lo estás flipando, CONCIERTO PARA ÁCAROS y otras mentiras literarias, WHINNY y LA VIRGEN ROJA y Las chicas de la Gavia, que he mezclado con mi obra gráfica o pictórica.

¿Tienes algún ritual o costumbre cuando trabajas en alguna obra?

Sí, puedo estar horas pensando en ello, preparando el espacio en el cual realizaré lo que sea que vaya a producir y cuando he impregnado el sitio de una energía artística adecuada empiezo a producir y no paro durante varias horas, días o semanas. Pero antes de ello me preparo un buen desayuno en la mañana y preparo el ambiente.