El pasado año 2022 dejó muy buenas sensaciones en el sector automotriz en México. Las ventas mostraron un crecimiento más que necesario para una industria que venía muy golpeada desde la pandemia en 2020.

Sin embargo, este crecimiento no alcanza para que se registren los niveles de actividad que veíamos pre-pandemia, tanto con respecto a las unidades comercializadas, como en las producidas.

En este sentido, Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), aseguró que este año será muy parecido al anterior. Es decir, que continuaremos por el camino de la recuperación pero que seguiremos sin ver las cifras del 2019, justo antes de la crisis generada por el covid.

Sin embargo, Cuevas destacó que, durante el 2023, la producción será de aproximadamente 3,526,690 unidades, lo que implica un crecimiento del 6.6% con respecto al año pasado. Por su parte 2022, nos dejó un crecimiento interanual del 9.2%.

A pesar de que en 2023 veríamos números positivos, estos aún estarían un 7.46% por debajo de los niveles de producción previos al 2019, año en el cual se fabricaron un total de 3,372,861 unidades. Y aún mucho menos que lo reportado en 2017, año con el máximo histórico de producción, donde se reportaron casi 4 millones de vehículos.

Causas y consecuencias del bajo nivel

Entre las causas que llevaron a la merma en la capacidad productiva de nuestro país, vale la pena aclarar que esta es una situación que se vive a nivel global. Ya que, tras la pandemia, se generó una grave crisis en la producción de semiconductores, elementos clave a la hora de fabricar vehículos nuevos.

Por otro lado, factores internos como la alta inflación y la escasa cantidad de créditos por las elevadas tasas de interés, están afectando la demanda de nuevas unidades.

La situación trae problemas no solo para las empresas fabricantes de vehículos, sino también para otras que dependen de su rendimiento de forma indirecta. Por ejemplo, el sector asegurador, que se beneficia de que haya más unidades en las calles, así como también talleres mecánicos y empresas dedicadas a la venta de repuestos, entre muchas otras.

El director de la AMIA, cree que recién en 2025 podríamos volver a los niveles de producción previos a la pandemia. Aunque mucho dependerá de que se normalicen tanto factores externos, como aquellos que afectan desde adentro del país.