Este valioso recorrido histórico permite vislumbrar el papel que han tenido las mujeres en mantener viva la cultura mexicana en España y forjar los cimientos de la comunidad mexicana. Las redes sociales han jugado un papel fundamental en años recientes.

Artículo de Martha Eréndira Montejano Hernández *

MADRID, España.- Parece que de un año a la fecha todo ha cambiado. Las relaciones sociales, el trabajo, los estudios, el entretenimiento y todas las facetas de la vida pueden caber en nuestra computadora o en nuestro teléfono móvil. Sin embargo, para la comunidad mexicana en España esta dinámica no es tan reciente como parece.

España es el tercer país del mundo con mayor número de migrantes mexicanos tras Estados Unidos y Canadá. Y las mujeres han sido un elemento clave en esta integración.

Por una parte han logrado el cambio de paradigma de mujeres cualificadas que deciden migrar en busca de superación profesional y personal, que transforman su proyecto migratorio durante su estancia en el extranjero y logran adecuar sus circunstancias a los desafíos personales y profesionales que les presenta el país de acogida.

Por otra parte, las mujeres han sido el motor de la construcción de espacios transnacionales para reproducir y mantener viva la cultura mexicana en España y forjar los cimientos de la comunidad mexicana en este país.

Haciendo un breve recorrido por la historia de la comunidad mexicana migrante podemos encontrar grupos o asociaciones que han marcado un cambio, como es el caso de la Colonia Mexicana en Madrid, creada en 1996 por un grupo de mujeres con el objetivo de reproducir la cultura mexicana en España.

integracón y empoderamiento de las mujeres mexicanas en España

Este primer grupo de mujeres logró hacer ver la necesidad de espacios para una migración mexicana que estaba creciendo. Sin embargo, este espacio pronto se vio desfasado ante el mosaico sociocultural de la población mexicana que llegó a España en los años posteriores y que ya no sólo venían para incorporase a la vida laboral o para obedecer a la reunificación familiar.

De pronto encontrábamos hombres y mujeres jóvenes que iniciaban su aventura en España por estudios en estancias temporales. Les interesaba menos pertenecer a una asociación que tener acceso a información de trámites y conocer personas con quien convivir durante su estancia. Esto dio lugar a asociaciones como Mexicanas en Madrid, con un grupo de mujeres que detectó la necesidad de crear un espacio más cercano y accesible para toda la comunidad. Y desde su página de Facebook ha logrado ser un referente por medio de diversos grupos de apoyo e información.

Por otro lado, algunos de los estudiantes que terminaban maestrías y doctorados tuvieron acceso al mundo laboral español. Esto dio lugar a espacios como el Capítulo España de la Red Global Mx, que desde 2012 agrupa a la diáspora cualificada migrante y cuyo trabajo cada vez tiene mayor fuerza en España y Europa.

Otro grupo de esa población estudiantil cambió su estatus migratorio y se estableció en España por proyectos de pareja y familia. En este caso encontramos experiencias de hombres, pero en su mayoría las mujeres son quienes han respondido a este patrón de permanecía. Esto generó espacios como el de Mamás Mexicanas.

Otro flujo migrante importante es el de los “flechazos virtuales”. Con el acceso a la tecnología, hombres y mujeres encontraron en el internet un aliado para conocer a sus parejas en el otro lado del mundo. En algunos casos, tras largas conversaciones, los españoles, en su mayoría hombres, viajaban a México a conocer a su “ligue” y volvían con una relación estable que terminaba en una familia binacional. En otras ocasiones eran las y los mexicanos quienes tras días, meses o años de conversaciones virtuales se animaban a dejarlo todo y cruzar el Atlántico en busca del amor.

Estos cambios de la comunidad migrante coinciden con el desarrollo de las redes sociales, herramientas de integración para la población mexicana en general. En el caso de las mujeres, espacios como Facebook han sido propicios para interactuar con otras mujeres, sentirnos acogidas y parte de una comunidad.

Estas herramientas han sido determinantes para sobrellevar el cambio cultural y para abrir nuestra forma de pensar, conectar con nuestras similitudes y diferencias y fomentar la sororidad entre la comunidad. Son estas redes las que nos están dando voz y las que nos están acompañando y generando fortalezas.

Han sido esa ventana de apoyo en los días en que sólo quieres hacer la maleta y regresar a tu país y han sido básicas en los días en que buscas a más “Mexas” que como tu quieren salir a festejar el día del “Grito”, una posada o una simple quedada por unos tacos y unas micheladas.

Han creado un espacio de empatía en el que la misma comunidad va informando y asesorando desde su experiencia a nuevos miembros sobre procesos administrativos y migratorios, que van desde sacar una cita en extranjería hasta trámites más complejos, que gracias a estos espacios, ya no resultan tan desconocidos, ni tan difíciles como parecían en un principio.

La gastronomía mexicana también ha encontrado un espacio virtual, pues páginas como Cocineros MX por el Mundo no nos dejan olvidar nuestra comida típica y hasta nos invitan a sacar el chef que llevamos dentro.

También se han convertido en un espacio de emprendimiento de muchas migrantes. Artesanías mexicanas, productos originarios de nuestro país, como dulces, productos de belleza o incluso comida preparada, han encontrado en las redes sociales un nicho de clientes que les ayudan a sobrellevar estudios o incluso a sostener la economía familiar.

Pero más importante aún, en una sociedad en donde la violencia y las desigualdades han estado normalizadas, estas herramientas nos han ayudado a demostrar que las violencias machistas no son lo normal y podemos estar informadas para combatirlas. Páginas como Mexicanas en España han comenzado a romper tabúes en temas de feminismos y empoderamiento, haciendo ver que ante las desigualdades y discriminaciones que surgen por el hecho de ser mujeres y que muchas veces se acentúan por ser migrantes, los derechos existen y están ahí para hacerlos nuestros, sin importar nuestro género o situación administrativa.

Estos espacios permiten conocer realidades de mexicanos radicados en diversas Comunidades Autónomas y mantenernos unidos como sociedad con páginas como Mexicanos en Galicia, Mexicanos en Sevilla, Mexicanas en Canarias, Mexicanas en Asturias, entre otras.

Por otro lado, grupos privados de WhatsApp como el de Mexicanas Netas Divinas, con sus casi 300 integrantes constantemente está intercambiando información útil para la vida diaria.

Las redes sociales representan un espacio plural para escuchar opiniones, fomentar el debate y aprender a ver la postura de los demás, desde el respeto y sin juicio. Han sido una herramienta de integración y empoderamiento para las mexicanas a nivel personal, pero también a nivel colectivo para toda nuestra comunidad. Y sin duda, esto no sería posible sin las asociaciones y grupos que se han ido reinventando y adecuando su trabajo a las necesidades actuales, para que todas las voces cuenten.


* Doctora en Gobierno y Administración Pública por la Universidad Complutense de Madrid, con línea de investigación en políticas públicas, migración y género. Desde la consultoría al Tercer Sector y el activismo ha trabajado el empoderamiento de mujeres mexicanas en España.