El gobierno de México ignora las recomendaciones de la OMS, mientras parte de la población decide encerrarse ante la información que llega de otros países.

Por Ángeles Garrido *

MADRID, España.-  Desde que los mexicanos empiezan a conocer los datos de la propagación del coronavirus, se multiplica la preocupación ciudadana, visible en redes sociales. Perciben cierta desinformación sobre lo que ocurre en México y muchos piensan que el gobierno oculta y manipula información.

Los baños de multitudes y la actitud despreocupada del presidente generan incertidumbre y distintas maneras de actuar. Unos siguen ejemplo y mantienen sus vidas como si nada pasara.  Otros consideran insuficientes las “recomendaciones” oficiales y toman medidas que se acercan más a las de otros países, aunque ya también se debate el impacto que tendría imponerlas al resto de la población en un país con un porcentaje tan elevado de economía informal. Muchas personas no pueden darle de comer a sus familias si no salen a trabajar.

México ante el coronavirus

Según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2018, la economía informal representaba el 22.5% del PIB. Un encierro como el requerido por la OMS les dejaría sin ningún tipo de entrada económica. Quienes trabajan en una oficina no siempre tendrán acceso a conexiones de alta velocidad en casa para poder realizar su trabajo de manera eficiente.  La gran mayoría de los trabajadores no podrán hacer este teletrabajo.

No obstante, hay cuestiones que podían haberse abordado de manera distinta desde el principio. Cuando los casos se contaban por pocas decenas se podía haber limitado la entrada de pasajeros procedentes de países donde ya se había extendido la epidemia, como el caso de España.

Hace unos días, el máximo responsable de la Secretaría de Educación Pública anunciaba la decisión de cerrar colegios durante un mes a partir del 20 de marzo, lo que muchos interpretaron como un adelanto y una ampliación de las vacaciones de Semana Santa.  Pero la comunicación entre mexicanos en Italia y España ha hecho que los mexicanos se cuestionen la información oficial y muchos han decidido dejar de llevar a sus hijos al colegio desde el 16 de marzo.

Algunas escuelas privadas les han dado la opción a los padres de que los niños no asistan al colegio y que continúen con sus trabajos desde casa. Otros estaban dudando si seguir o no seguir las indicaciones gubernamentales y han tardado más en aprobar el cese de actividades escolares. El panorama cambia en la educación pública. Muchos niños dependen del funcionamiento de las escuelas para poder desayunar y sus padres necesitan la rutina normalizada del colegio mientras ellos van a trabajar.

Muchas familias no saben cómo deben de actuar y en muchos casos se toman el cese de clases como un período de vacaciones y no se plantean cancelar vuelos, vacaciones o desplazamientos a sus casas de fin de semana, lo que puede contribuir a la propagación del virus.  El confinamiento dentro de las ciudades y pueblos es un factor indispensable para alcanzar los objetivos marcados por la OMS.

Seguir adelante con eventos masivos como Vive Latino cuando ya se conocía el alcance del virus se ha convertido en símbolo de irresponsabilidad colectiva y la primacía del negocio sobre la salud de las personas.

Zoé durante el Vive Latino

México debe tomar nota de las cifras de contagiados y muertes que ha ido dejando la Pandemia a nivel mundial.  El gobierno mexicano es el responsable directo de todas las muertes que se generen en México por no tomar cartas en el asunto a tiempo y como es debido.