El dinero que envían los mexicanos desde Estados Unidos a sus familias se han convertido en el primer sustento para necesidades básicas y para la construcción de una vida mejor, amenazada por las restricciones del actual gobierno de Estados Unidos. Nos lo cuenta Francisco Castellanos J. con estos testimonios desde su tierra michoacana.

MORELIA, MICHOACÁN, México.- Al cierre del mes de octubre de este  año, Michoacán permanece como el primer estado que mayor cantidad de dinero recibe por el concepto de remesas. Esos 1.640 millones de dólares representan el 10% por ciento de los más de 16.000 millones que el Banco de México reportó por este concepto.

Durante 15 años, el Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), ha atestiguado cómo el dinero procedente de Estados Unidos es el principal sustento de millones de familias michoacanas, según Heliodoro Gil Corona, coordinador de proyectos estratégicos.

El Banco de México informó que las remesas recibidas en Michoacán de enero a septiembre del 2018 registraron un crecimiento de más del 11%.  En términos nacionales la tasa de crecimiento fue del 10.8%.

El monto acumulado en remesas nacionales de enero a septiembre ascendió a casi 25.000 millones de dólares. Cinco estados aglutinan cerca del 40% de lo captado: Michoacán seguido por Jalisco, Guanajuato, Estado de México y Oaxaca.

El impacto económico-social de las remesas se puede ilustrar en los cinco principales municipios de la entidad, como son el caso de Morelia, Uruapan, La Piedad, Zamora, así como Apatzingán, apuntó Helidoro Gil Corona, que apuntó los motivos del repunte observado durante el lapso de enero a septiembre de 2018.

Heliodoro Gil Corona, coordinador de proyectos estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM)

Lo atribuye a las medidas restrictivas al ingreso de mexicanos, la posición discriminatoria de Donald Trump, así como el bloqueo a los trabajadores en Estados Unidos; la paridad del peso frente al dólar que, si bien es inestable, los 19 pesos por dólar es un fuerte incentivo para enviar dólares a Michoacán.

Recordó el especialista la importancia para Michoacán, como para México, la migración hacia los Estados Unidos por el ingreso de divisas derivado del envío de remesas.

Las que se han estado enviando al estado superaron, durante algunos años, el presupuesto estatal. La distribución es de la manera siguiente: el 70% de esas remesas fue para uso familiar, empleándose en necesidades básicas como comida, ropa, educación y salud; el restante 30%, se gastó en reparaciones y construcción de vivienda, arreglo de iglesias, escuelas y mantenimiento de campos deportivos.

Es necesario subrayar, una vez más, que Michoacán es el estado del país que más remesas recibe de los migrantes, tales divisas han permitido elevar los niveles de bienestar de la población, de una buena cantidad de comunidades marginadas, por lo que ahora que están disminuyendo causarán un efecto negativo a muchas familias michoacanas, puesto que les permite adquirir bienes y servicios, pagar sus gastos de salud, educación e incluso rehabilitar o mejorar sus hogares.

Doña María, oriunda de la comunidad de Sevina, del municipio de Nahuatzen, señaló que las cosas para los connacionales que viven en la Unión Americana cada vez resultan más difíciles. Ahora, tienen menos oportunidades de acomodarse en un trabajo.

Ya he intentado pasar al otro lado varias veces pero no he tenido éxito, estoy buscando reunirme con mi esposo, pues hace dos años tuvo un accidente y ya casi no trabaja porque quedó mal de una pierna y cada vez me manda menos dinero

Por otro lado, cuando las cosas estaban mejor, doña María recibía cada quincena hasta 200 dólares, pero desde hace dos años recibe un envío cada cinco o seis meses, pues la salud de su esposo no es muy buena, y trabaja de manera temporal en lo que puede.

Otro caso es el de la pareja de esposos Pérez García, de Ahuiran, quienes tienen dos hijos viviendo en Santa Ana, California, desde el año pasado han empezado a recibir menos dólares. Federico Ávalos, habitante de la comunidad de San Juan Tumbio, municipio de Pátzcuaro, señaló que el mayor de sus hijos radica en Estados Unidos desde hace dos décadas. Aunque siempre los había apoyado con recursos, ahora cada vez les envía menos dinero. Para Federico Ávalos, muchos paisanos se quedaron sin empleo y los que sí trabajan, como es el caso de su hijo, ahora los contratan por menos horas y pues por eso ya no pueden mandar tanto dinero a México.

Explicó que, desde el año pasado, entre sus dos hijos les envían cada mes 100 o 200 dólares, según puedan, lo que representa su único ingreso ya que por su edad y sus enfermedades ya no pueden trabajar.

“Sabemos que las cosas ya no son nada fáciles para nuestros hijos, ellos nos dicen que nos vayamos a vivir con ellos, por eso estamos buscando en la Secretaría del Migrante su apoyo para tramitar la visa a ver si nos podemos ir a los Estados Unidos”, dijo el señor Ávalos.

La migración desde Michoacán se ha expandido de las zonas rurales a las zonas urbanas. Obedece a la necesidad de buscar mejores condiciones de vida, aunque también se habla de una cultura de migración, cuando los hijos esperan tener la edad adecuada para emigrar y alcanzar a su padre o a su tío en Estados Unidos.

Los flujos migratorios en Michoacán cada vez se presentan en edades más tempranas, lo que se puede observar con la deserción escolar en secundarias y preparatorias ante un panorama poco positivo para encontrar empleo.

Esto genera una pérdida de personas capacitadas y que, de quedarse, podrían contribuir al desarrollo del estado. De acuerdo con autoridades migratorias, el flujo de migrantes michoacanos a Estados Unidos es de 40.000 personas anualmente.

Michoacán es el estado de México que ocupa el primer lugar por la migración de su población a los Estados Unidos de América, lo que explica que sea también primer lugar en el envío de remesas de los migrantes.