La magnitud de la compra de votos, el papel del crimen organizado y la participación de candidatos independientes por primera vez en la historia serán factores decisivos en el resultado de las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio en México, según el investigador y analista Sergio Aguayo.

Durante una conferencia en el Centro Internacional de Documentación de Barcelona (CIDOB), sin posicionarse en favor de algún candidato, Aguayo aseguró que la elección no está decidida “en absoluto”, a pesar de que el candidato izquierdista y líder del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Andrés Manuel López Obrador, lidera ampliamente los sondeos con un 40% de intención de voto por delante del panista Ricardo Anaya (24%) y del aspirante del PRI, José Antonio Meade (18%).

“Parecería que la elección está decidida, pero no lo está en absoluto (…) En México hay tres elecciones: la de los candidatos, la de los pobres y la del crimen organizado”, señaló Aguayo.

“La compra y la coacción del voto es una práctica habitual. En México hace falta mucho dinero para las campañas porque hay que comprar el voto de los pobres. Es un asunto al que la autoridad electoral nunca ha querido dedicar la atención necesaria. Hay compra de votos, pero no sabemos exactamente la magnitud”.

El académico del Colegio de México y analista del diario REFORMA y Canal Once, entre otros medios, destacó que el gasto en programas sociales, que habitualmente se sitúa en torno al 1.1% anual, en año electoral se dispara hasta el 25.7% en un país en el que 55 millones de personas viven en situación de pobreza. “Quien tiene el dinero y controla los programas sociales, o da regalos o amenaza con quitar a las personas de los programas sociales o promete incluirlos en programas sociales, que son una forma de complementar el ingreso para las familias pobres, a cambio del voto”.

Asimismo, destacó Aguayo, 38 millones de electores irán a votar “en regiones donde el crimen organizado ha creado un Estado paralelo”. En los últimos años, según recordó el analista, México ha pasado de contar diez cárteles activos en el país a registrar la existencia de unos 250 grupos criminales distintos. “La duda es hacia dónde va a inclinar el voto el capo de cada ciudad”.

Estrategia contra el narcotráfico

En este sentido, recordó que el único candidato que ha incluido en su discurso el combate al narcotráfico ha sido precisamente López Obrador, quien ha anunciado que está dispuesto a ofrecer una amnistía al crimen organizado y dialogar con sus líderes. “Lo que no dice es si dialogará con ‘El Mayo’ Zambada (líder del Cártel de Sinaloa), con ‘El Mencho’ (líder de Jalisco Nueva Generación, o con quién”, señaló Aguayo.

Una propuesta que ha alimentado aún más los comentarios de quienes consideran a López Obrador un líder populista que además desata temores en los sectores económicos por sus inclinaciones proteccionistas y sus amenazas de frenar las reformas aprobadas durante el mandato del presidente Enrique Peña Nieto, un sexenio que el analista del Colegio de México calificó como un “fracaso absoluto” que deja una “herencia de corrupción”.

“AMLO es más mexicano que Peña Nieto”

Andrés Manuel López Obrador asusta mucho porque representa al México desconocido. Un líder carismático, un líder popular, pero que en realidad va a estar muy limitado por otras fuerzas. ¿Cómo va a negociar con los cárteles? Tiene que tener una política de seguridad diferente, lo cual obligará a romper con Estados Unidos en algunos supuestos”, señaló Aguayo.

“A mí no me asusta tanto. Es un hombre pragmático, fue jefe de gobierno en la Ciudad de México, sus amigos eran los urbanizadores y Carlos Slim, a quien entregó el centro de la ciudad. No es el azote de los ricos, no. Es un personaje complejo, muy complejo, que refleja lo contradictorios que somos como país, pero él es más mexicano que Peña Nieto, que es mexiquense.

“Los mexiquenses tienen un problema, los del ‘Grupo Atlacomulco’ son el México políticamente más profundo, más tradicional, más formalista, pero no son México. Y la realidad es que fracasaron. Lo que estamos viendo en 2018 en México es el fracaso del ‘Grupo Atlacomulco’ y de los tecnócratas educados en Harvard, Yale, Princeton o Chicago”, destacó. “Pero Andrés Manuel tampoco es la solución. Para mí la solución está en aumentar la participación de la sociedad y en la reconstrucción de las instituciones bajo nuevas reglas”.

¿Cambio de régimen?

El analista mexicano aseguró que más allá de los nombres de los posibles ganadores en los comicios del 1 de julio lo que está en juego es “dar un paso decisivo” para culminar el proceso democratizador que, a su juicio, inició hace 50 años en México con el movimiento estudiantil de 1968.

“Si comparamos lo del ’68 con la actualidad, definitivamente hemos ido dejando un sistema autoritario y presidencialista por otro más fragmentado, al que todavía le faltan unas instituciones democráticas consolidadas. La pregunta es si en las próximas elecciones vamos a dar definitivamente el paso hacia ese ‘Dorado’ de los países que son más democráticos”, indicó.

En este sentido, aseguró que la elección del 2018 debe dar inicio a otra etapa más donde las prioridades deben ser la lucha contra la corrupción, el crimen organizado y la inequidad. “A mí no me preocupa López Obrador. Me preocupa más que se prolongue esta situación de estancamiento que vivimos invocando a una normalidad inexistente. Porque si la corrupción que tenemos y la violencia es lo que quieren preservar…no va a ser posible avanzar”, insistió Aguayo.