Seguimos el recorrido por la Ruta del Císter de la mano de la mexicana Myriam Ojeda. Hoy nos lleva hasta el monasterio de Vallbona de les Monges, después de recorrer a pie 22.65 kilómetros en algo más de 5 horas y media.

Después de un delicioso pan con tomate, acompañado de quesos maduros, me alisto para empezar la jornada. Este día 2 el destino final es Rocallaura, a 6.4 kilómetros del segundo monasterio a visitar: Vallbona de les Monges.

El recorrido empieza rodeando Poblet para después caminar junto a la carretera durante unos kilómetros hasta encontrar de nuevo a L’Espluga de Francolí. Paso junto a su bar y centro cultural, binomio perfecto de recreación social. Paro a comprar pasta de dientes ante un tendero que se da a entender y trata de hacerme conversación, curioso por mi acento y sin ganas de hablar castellano. Quizás simplemente sólo sabía hablar catalán.

Salgo del poblado y siguiendo las instrucciones enlazo con la TV-2336. Desafortunadamente ya no veo ningún letrero de la GR y sigo sólo por la referencia de que el siguiente destino es Blancafort.

Llego caminando al lado de la carretera y una vez ahí pregunto a una señora mayor, la única que encuentro, la dirección hacia el Santuario del Tallat. Me dice en catalán y con señas que debo ir todo derecho, señalando una vía rural, pero lejos, lejos. Con una sonrisa me pregunta de dónde soy.

– “¿Qué hace una mexicana sola por aquí?”, entiendo que dijo. Lo mismo me pregunté yo muchas veces cuestionándome si no debía de estar en la oficina soportando el placentero confort del deber ser sin esforzarme en romper inercias.

Una vez que hice caso a la señora, a mi instinto y a Google Maps, seguí por esa vía hacia el Santuario del Tallat.

Afortunadamente al ser puente, había varios motociclistas de enduro. Subí un cerro y quién iba a creer que estaría tan cerca de las turbinas eólicas que desde la carretera veía tan lejos y tan alto.

La Sierra del Tallat es conocida por su controvertido parque eólico, cuyo derribamiento estuvo en disputa legal por denuncia de ecologistas que acusaron a esta instalación de afectar la zona de paso de aves migratorias, y por el impacto visual a la Ruta del Císter.

Finalmente, en el 2013 la sentencia fue de conservar el parque y el alcalde de Vallbona incluso declaró que la demanda había sido con fines partidistas y que el parque genera 6 puestos de trabajo directos.

Me encuentro en lo que consideré el punto más alto del cerro y me tomo una foto de cumbre antes de descender. Veo unos postes bidireccionales que me dan un descanso al alma… pero ninguno señala la GR175 por lo que confirmo que estoy haciendo una ruta alterna.

Me siento frustrada, pero por lo menos confiada de que llegaría a mi destino. Y así es la vida, no necesariamente logramos nuestros objetivos de la manera en que lo habíamos planeado.

Me dirijo hacia Rocallaura, llego a una carretera y doy vuelta a la izquierda, ahí me esperaba mi hotel, que resulta ser un spa. ¿No sólo no estaba acampando, sino que ahora me hospedaba en un spa? ¿Pantuflas y bata en la cama? “Mira que un masajito de pies no me vendría mal”, pensé.

Vallbona de les Monges

Si bien había logrado mi meta del día, hacía falta visitar Vallbona de les Monges. En recepción me consiguen un auto que en 10 minutos me deja ahí, trayecto que a mí caminando me hubiera tomado más de una hora.

El chofer se sorprende al conocer a una mexicana en la zona del Císter.

– “¿Y cómo te enteraste?

– “Por una revista”, contesté.

Asimismo, espero que con este relato alguien se inspire a ir y contestar: leí un relato.

– “¿No hay senderistas?”, le pregunto.

– “Sí, pero vienen de fin de semana y hacen uno o dos senderos y se regresan”.

Al final me deja sus datos por si acaso necesito ser rescatada.

Vallbona de les Monges es el único convento femenino de los tres de la región y aún conserva la vida monástica con 8 mujeres. En cuanto a su arquitectura, la iglesia constituye un claro ejemplo de transición románico-gótica y destacan las galerías del claustro, cada una de un estilo diferente: árabe, románico y gótico.

Un convento con 9 siglos de historia

La historia de este lugar empieza en 1153 con un grupo de anacoretas fundado por Ramón de Vallbona.  En 1175 sólo quedaba la población femenina y decidieron acogerse a la orden del Císter.

Obtuvo tan buena reputación que sus monjas eran parte de la nobleza catalana y, que, de acuerdo a las costumbres de la vida religiosa, quienes pudieran dar más dote podrían aspirar a ser abadesas y tener el honor de ser enterradas en el piso del monasterio.

Cabe mencionar la bonita historia de amor materno de la reina Violante de Hungría, quien pidió ser sepultada ahí y antes de morir declaró que si su hija Sancha de Aragón fallecía sin indicar donde deseaba un lecho, pusieran su sepulcro junto a ella. Madre e hija descansan hoy en la Iglesia del recinto.

Destaca la creatividad con la que las monjas se adaptaron a las modificaciones del concilio de Trento, que no permite conventos femeninos en lugares aislados.  En rebeldía, ceden parte de sus terrenos para que miembros de las comunidades aledañas se instalen ahí, dando origen al pueblo de Vallbona.

Vallbona de les Monges
34 Kms2
Población: 241

 

De regreso me encuentro con una bella muestra de espantapájaros. ¡Nunca había visto unos mas que en las caricaturas! Pero para mi sorpresa no lo son, sino todo lo contrario, se trata de Ama Pájaros (Estimaocells), un proyecto cultural y de biodiversidad donde toda la comunidad ha cooperado para mantener estos bellos muñecos con cajas nido y comederos de aves.