“Pese a las diferencias lingüísticas, culinarias o de forma de ser, los mexicanos nos sentimos acogidos y somos bien recibidos y por ello nos sentimos agradecidos”, afirma Ángeles Garrido, que ofrece algunas claves en este artículo para que los mexicanos conozcan importantes diferencias culturales y lingüísticas y, de esta forma, tengan una adaptación más rápida.

Por Ángeles Garrido.

MADRID, España.- México y España están ligados por un vínculo que va más a allá de su historia y cultura común.  Nos unen lazos emocionales de personas que han emigrado de aquí para allá y que se han transmitidos de generación en generación.

Los españoles emigraban a México y contaban cosas positivas de nuestro país. Esos relatos de “indianos” que volvían a su lugar de origen fueron creando un afecto entre los amigos y familia de aquél que volvía. Con el paso del tiempo, esto ha generado afinidad y simpatía, algo que nos facilita a los inmigrantes mexicanos integrarnos.

Aunque este cariño y simpatía facilitan la vida al llegar, adaptarse requiere una comunicación efectiva. A veces se necesita cambiar la forma de hablar y adoptar frases y palabras locales. Llega un momento en que incluso dudamos de si una u otra palabra se dice en España o en México.

Lenguaje de la comida

Casi enseguida, te das cuenta de la necesidad de ampliar el vocabulario culinario. Si pides un limón te dan una lima y viceversa. En el menú del día, al que en México conocemos como comida corrida (una expresión que no podemos usar en España sin provocar una sonrisa socarrona por lo que puede significar), una opción de primer plato pueden ser las judías pintas o las judías verdes.  ¡No te asustes no te estás comiendo a una persona israelita! Las judías pintas son nuestros frijoles y las judías verdes son nuestros ejotes.  Los guisantes son los chícharos y no las personas que los guisan. Una caña no es una caña de azúcar ni una caña de pescar. Una caña es una cervecita pequeña que te van a servir en dando un golpe contra la barra, gesto que seguro te asustará al principio, pero luego aprendes que hacen para que se forme más espuma.

Un entorno social nuevo para el mexicano

Otra cosa que conviene saber, es que en España la gente habla en voz alta y de manera directa. No creas que te están regañando o están buscando pelea.  Es simplemente que, al debatir un tema de actualidad, todos tienen, o creen tener la razón y exponen sus ideas de manera apasionada para demostrar su verdad.

Los bares son lugares de debate político. En España se habla mucho de la actualidad y de política, así que si quieres participar de la tertulia te conviene leer un periódico o ver el Telediario antes de salir de casa.

Otra cosa que a los mexicanos nos puede parecer extraño es que, si quedas con alguien, lo pondrá en su agenda, como si de una cita de trabajo se tratara y estará en el lugar y a la hora acordada sin tener que reconfirmar la cita.

Recuerdo, las primeras veces que me subí al metro en Madrid y cuando un extraño estornudaba, yo acostumbrada a la cortesía mexicana, le decía “salud” y recibía como respuesta solía miradas matadoras que parecían decir “y yo a ti de que te conozco”, “¿por qué me diriges la palabra?”. Comprendí que sólo debía hacerlo cuando conociera a la persona.

Una vez que te familiarizas con las expresiones y palabras y captas el modo de ser, te mueves como pez en el agua y, muchas veces, te vuelves uno más del grupo: EL MEXICANO del grupo de amigos.

Los mexicanos en España somos un colectivo que no se aísla. Al contrario, solemos integrarnos con gran facilidad y se nos suele querer mucho. Mucha gente mayor recuerda que México les abrió las puertas a los exiliados de la República, o que quizá algunos de sus familiares emigraron a México.

Los jóvenes te contarán de aquel viaje o la temporada en que vivieron en México, tiempo en que descubrieron un lugar precioso. De nuestro país, suelen recordar su gran variedad de comida, los paisajes, lo bien que vivieron y cómo se divirtieron y las grandes amistades que hicieron.  En fin, abundan los recuerdos y anécdotas con mucho cariño.

México cada vez más cerca

La integración de los mexicanos también está dejando huella aquí, cada vez hay más restaurantes, grupos y actividades de mexicanos en España; ya no tenemos que conformarnos con esos restaurantes TEX-MEX que, siendo cadenas estadounidenses, ofrecen su comida como auténtica mexicana.

Los españoles más jóvenes se atreven con el picante. Además, está llegando a su fin el mito de que toda la comida mexicana es picante.  La mayoría de los platos mexicanos no son picantes a menos de que se les añada salsa. ¡Hay unas que pican y otras que súper pican!

Ahora ya encontramos tortillas de maíz, jalapeños, cervezas mexicanas, tacos de carnitas, de cochinita, al pastor. Y todo ello gracias al trabajo de mexicanos emprendedores que han luchado para formar su negocio de este lado del charco.

Y nuestra influencia no es sólo culinaria, instituciones como El Instituto de México en España y la Casa de México en España nos acercan a nuestro país y ayudan a promover el arte y la cultura mexicanas en España.

Lo cierto es que, pese a las diferencias lingüísticas, culinarias o de forma de ser, los mexicanos nos sentimos acogidos y somos bien recibidos y por ello nos sentimos inmensamente agradecidos.  ¡GRACIAS ESPAÑA!