Este viernes, 12 de abril, la Casa de México en España cierra su ciclo de cine clásico mexicano con la proyección de ‘Enamorada’, uno de los clásicos más reconocidos de la época dorada del cine mexicano en la que participaron grandes figuras como Gabriel Figueroa y Pedro Armendáriz. 

MADRID, España.- El ciclo de cine clásico de Casa de México finalizará el próximo 12 de abril con Enamorada. “Crónica de un encuentro. El cine mexicano en España, 1933-1948” ha recorrido la época dorada del cine mexicano a través de cuatro películas: Santa, Allá en el rancho grande, Flor silvestre y María Magdalena.

Enamorada es una película de finales de 1946, dirigida por Emilio Fernández. La película transporta al espectador a los tiempos de la Revolución Mexicana, en la conservadora ciudad de Cholula. La película cuenta la historia de amor del general zapatista José Juan Reyes y Beatriz Peñafiel, hija del hombre más notable de la ciudad.

En el Festival de Cannes de 2018, se proyectó una versión remasterizada de la película dentro de la sección Cannes Classics.

El famoso cinematógrafo, Gabriel Figueroa, el encargado de grabar esta cinta participó en unas 200 películas en México, algunas tan conocidas como Macario o Los olvidados.

El general Reyes está interpretado por Pedro Armendáriz, uno de los actores más prolíficos en la historia del cine mexicano con grandes trabajos en esta época dorada. Armendáriz ha aparecido en varias proyecciones de este ciclo de cine como Flor Silvestre, donde interpretaba al protagonista, José Luis. Su última aparición en el cine fue Desde Rusia con amor, segunda película de la saga James Bond.

Los últimos años de su biografía están marcados por una leyenda trágica. En junio de 1963 el actor se suicidó con un disparo en el pecho tras una época hospitalizado por un cáncer terminal. Se dice que contrajo la enfermedad por culpa del rodaje de El Conquistador, una película protagonizada por John Wayne, que se rodó cerca de una zona de pruebas nucleares en el desierto de Nevada. Entre los rumores, se cuenta que el polvo nuclear también le costó la vida a esta gran figura del cine western. De los 220 trabajadores de la cinta, 91 desarrollaron algún tipo de cáncer, aunque los años posteriores muchos, incluido la esposa de Wayne, negaron que tuviera relación con el rodaje.