Restaurantes, productos de gastronomía, artesanía y servicios de distintos sectores se unen a ‘Consume Mexicano’, una iniciativa gratuita de emprendedores que da visibilidad al trabajo de mexicanos en España para afrontar unidos los estragos provocados por la pandemia y un panorama lleno de incertidumbre.

MADRID, España.- Espacio Méx se incorpora a Consume Mexicano, una plataforma gratuita que da visibilidad a iniciativas de mexicanos en España. Su página web y canales de redes sociales dan a conocer diversos productos y servicios para que la gente pueda apoyarlos mediante el consumo directo o por medio del seguimiento en redes sociales de la propia campaña o de los canales de los más de 50 productos y servicios que se han sumado a la iniciativa hasta ahora.

Pan y pasteles tradicionales, artesanías, restauración de antigüedades, servicios jurídicos, fotografía, restaurantes, caterings, tiendas de comida, productos mexicanos y hasta paletas heladas y muchos más servicios forman parte de esta ‘familia’ que crece día a día por medio de una eficaz labor en los distintos canales de redes sociales.

Consume Mexicano

Consume Mexicano comparte el mismo espíritu de nuestra revista digital que, en pleno pico de la pandemia, había ofrecido de forma gratuita su página web y sus canales de redes sociales a negocios y servicios en peligro por el freno a la actividad económica que ha provocado el Estado de Alarma. Los aguacates de Olefina, la ropa deportiva de ActandBe, los cursos de Zentangle de Memoria y Vida y el entrenador personal Javier Panizo ganaron visibilidad entre los más de 600 lectores únicos diarios de la página de Espacio Méx, los más de 900 receptores de su boletín semanal, sus casi 5.000 seguidores en Facebook, 1.600 en Twitter y 1.140  en Instagram.

Espacio Méx se incorpora a Consume Mexicano con la convicción de que juntos somos más, de que sólo el trabajo en equipo, la solidaridad y la cooperación pueden mantenernos con vida tras este tsunami que ha golpeado el corazón de nuestro modelo de consumo.

Aunque nos animen a ‘volver a la normalidad’ y a consumir como si nada hubiera pasado, el derrumbe de ese modelo de la antigua ‘normalidad’ requiere respuestas imaginativas y cooperación como la que ofrece esta generosa iniciativa.

Aunque nadie esté obligado ni todo el mundo vaya a cambiar ni a salir más fuerte como rezan cantidad de mensajes buenistas de la pandemia, el confinamiento nos ha invitado a distinguir lo necesario de lo accesorio, a valorar más los vínculos con las personas, a cuidar mejor cuerpo y mente, nuestro primer hogar.

A pesar de los estragos y los años de dificultades por venir, tenemos la oportunidad de unirnos para forjar juntos un necesario cambio de paradigma con una visión más basada en la cooperación y en la sostenibilidad que en la competencia y en un consumismo que pierde cada vez más sentido porque ataca nuestra propia salud, la fuente de nuestra vida.

No necesitamos tantas sino mejores cosas que nos aporten valor, ni ir con prisas como pollos sin cabeza de un lado a otro sino buscar un sentido a cada cosa que hacemos y a cada lugar al que vamos. Puede que vuelva ‘la normalidad’ en un par de años, pero una semilla de cambio está sembrada y habrá quienes recojan la cosecha para seguir la siembra para otro mundo posible.

No tiene sentido recorrer tantos kilómetros todos los días para encerrarnos en una oficina para ‘producir’ o para acudir a reuniones maratonianas sobre cuestiones que se pueden resolver con las nuevas tecnologías, como tampoco tienen sentido tantos viajes “de negocios” ni tanto correr de un lado a otro que nos deja sin aliento, sin tiempo para nuestra familia y amigos, o incluso para nosotros mismos. Cambiarán el mercado de trabajo, el modelo de turismo y nuestros hábitos de salud y de alimentación, basados hasta ahora más en la cantidad que en la calidad. Lo agradecerá nuestro planeta herido y agredido del que depende nuestra vida como lo ha demostrado esta pandemia.

Podemos comenzar por conocer mejor y valorar a quiénes están detrás de cada producto que compartimos en la mesa de nuestra casa, de cada restaurante al que anhelamos volver tras semanas de angustia y de peligro para mantenerse con vida. Consume Mexicano cubre esa dimensión al contar, desde una página web sencilla y nítida, cuáles son esos productos y servicios.

Por otro lado, esta red de redes facilita la información de contacto para acceder a esos servicios que tendrán que afrontar unas reglas de juego distintas. Este virus llegó para quedarse porque, aunque pronto llegue la vacuna, nuestra vida ha empezado a cambiar en un panorama lleno de incertidumbres que enfrentaremos mejor juntos.


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