Madrid43 Ayotzinapa y Nodo MXM organizaron varias actividades para pedir una investigación que aclare la verdad sobre lo ocurrido hace cuatro años con los 43 de Ayotzinapa. Una tragedia que ha marcado la lucha contra la violencia y las desapariciones forzadas en México, según activistas.

MADRID, España.- Este miércoles 26 de septiembre se cumplieron cuatro años de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero. Un hecho que cambió la mirada de los mexicanos hacia las desapariciones forzadas y fue el inicio de muchas movilizaciones que aún continúan exigiendo justicia para las familias afectadas. Muchos mexicanos residentes en España comparten ese dolor y siguen movilizándose para pedir un cambio. Con motivo del aniversario en Madrid se celebraron varias actividades dentro de la acción global para exigir justicia y verdad.

En la Tabacalera de Lavapiés, Madrid, se reunieron una veintena de personas; tanto mexicanos como españoles preocupados por la causa, para oír el coloquio organizado por Nodo MXM en el que participaron América López, Aleida Quintana, moderadas por el Carlos Miguélez, co-director de Espacio Méx.

En el local los asistentes se encontraron con un gran mural elaborado por la asociación y formado por 37.000 mariposas, una por cada desaparecida o desparecido en México a causa de la violencia.

Se proyectó el documental ‘Vivos se los llevaron’, un cortometraje de la fotógrafa estadounidense Emily Pederson, en el que se recogen los testimonios de manifestantes y familiares que continúan sin saber qué les ocurrió a sus hijos, maridos o hermanos. Después del visionado, López y Quintana se dirigieron a los asistentes para contar su experiencia con las desapariciones forzadas.

Aleida Quintana pertenece al grupo Tekei, que en 2012 comenzó un proyecto de prevención de desaparición de personas en Querétaro. Reside en España desde hace seis meses tras sufrir varios ataques. El año que comenzaron este proyecto comenzó a aumentar el número de desapariciones de niñas y jóvenes, y pronto Quintana y sus compañeros comenzaron a percatarse de que las cifras de desapariciones que estaban registrando eran mucho mayores que las que había publicado el gobierno, que además asociaba estos casos a ausencias voluntarias o a personas mayores que habían olvidado donde residían. Nunca hablaban de desapariciones forzadas, según su testimonio.

Cuando Quintana y sus compañeros publicaron los datos que obtuvieron, el Fiscal de Querétaro las desmintió y comenzó una campaña de difamación, cuenta.

Por su parte, América López contó su experiencia como familiar y amiga de personas desaparecidas. Nació en Guerrero y cuenta que este siempre ha sido un estado convulso, con muchos escenarios de violencia.

Ella ha sido testigo de este terrible problema y su evolución desde los años 70, cuando desapareció su tío, hasta la actualidad con la desaparición de su amigo Alexander Mora, uno de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

López sostiene que antes los desaparecidos eran líderes de izquierda y víctimas de la represión mientras que ahora la violencia se ha extendido a todos los ciudadanos.

Incremento de la violencia y desamparo por parte del gobierno

Sólo en 2012 desaparecieron en Querétaro 178 personas, pero el número siguió aumentando cada año hasta superar las 700 en 2016, según Quintana.

Algunas asociaciones y periodistas comenzaron a realizar labores de documentación y llegaron a cifrar en 45.267 las personas desaparecidas en México entre 2006 y 2017, 19.156 de ellas durante la administración de Enrique Peña Nieto. Además, estos foros de pacificación llegaron a documentar más de 1.000 fosas clandestinas el pasado año.

López comentó que uno de los problemas más graves es la infiltración en los cuerpos estatales del crimen organizado, que siguen mecanismos para proteger a los atacantes en caso de que sean detenidos y que además no dan ninguna seguridad a las víctimas que consiguen escapar o que piden ayuda.

El año pasado se aprobó una nueva ley que tipifica el delito de desaparición forzada. Hasta ahora la ley sólo perseguía los crímenes en los que estaba implicada alguna autoridad. Pero la nueva ley sigue teniendo algunos vacíos, comenta Quintana. “Ciertos artículos dejan en un nuevo limbo a las víctimas, no habla de localización ni rescate, si la persona se localiza asesinada, el delito de desaparición desaparece y se busca como homicidio. El delito de desaparición se debe investigar y los responsables deben ser juzgados”.

Madrid43 Ayotzinapa

Por su parte, el colectivo Madrid43 Ayotzinapa también proyectó el documental ‘Nos faltan’, de la cineasta Lucia Gajá, en el solar Maravillas de Madrid e hizo público un comunicado en el que, al igual que otras asociaciones, acusan al Estado Mexicano de obstaculizar las investigaciones para esclarecer lo ocurrido hace cuatro años en Iguala.

En el texto, exigen la investigación contra los militares y los policías presentes en la zona hace cuatro años y la creación de la Comisión de la Verdad para Ayotzinapa, integrada por familiares de las víctimas y miembros de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Avances en la lucha contras las desapariciones

Como muestran los documentales que proyectaron ambas organizaciones, Ayotzinapa ha supuesto un cambio en la lucha contra las desapariciones.

“A partir de Ayotzinapa la gente llegó al límite de su tolerancia a la violencia. Antes había demasiado dolor, ahora personas que no tenían un desaparecido salían a las calles”, afirma Aleida Quintana.

Miguélez hizo hincapié en que los medios tenemos que ayudar a que se rompa con esta idea de culpabilizar a las víctimas. Se oye algo menos el terrible “algo habrán hecho” pero aún queda mucho trabajo, que pasa por reflejar lo más oscuro de la sociedad mexicana y seguir apoyando a los que luchan por el cambio.

Varios asistentes al coloquio destacaron que una de las razones por las que el movimiento anti-desapariciones ha ido creciendo en las últimas décadas ha sido porque cada vez se ha ido organizando más. No sólo en México, muchas asociaciones piden saber qué sucedió en Ayotzinapa como inicio para acabar con la violencia en el país. Estas redes son muy importantes porque el arma más peligrosa de las autoridades y el crimen organizado es el desgaste, comentaron algunos participantes del coloquio. Muchos familiares tienen problemas para continuar con la lucha, no sólo por el desgaste económico y las constantes amenazas, también a nivel económico.